La estampida, que deja al menos 107 personas muertas, ocurrió en una aldea en el distrito de Hathras, a unos 200 kilómetros, al sureste de la capital de India, Nueva Delhi. Una gran multitud se había reunido en un terreno abierto, atendiendo al llamado de un líder religioso local.
Previamente, el portavoz de la Policía del distrito, Manish Chikara, estimó el número de muertos en alrededor de 60. Sin embargo, remarcó que la cifra podría aumentar.
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Vídeos difundidos en redes sociales mostraron cuerpos aglutinados en el suelo frente a un hospital local, mientras la agencia de noticias AP reportó que más de 150 personas fueron ingresadas en centros médicos luego de lo ocurrido.
“El incidente ocurrió debido al hacinamiento en el momento en que la gente intentaba abandonar el lugar”, aseguró a la prensa el administrador del distrito de Hathras, Ashish Kumar.
Yogi Adityanath, el principal ministro de Uttar Pradesh, el estado más poblado del país, con más de 200 millones de habitantes, ordenó una investigación.
“Se han dado instrucciones a los funcionarios para que lleven a cabo operaciones de socorro y rescate y proporcionen el tratamiento adecuado a los heridos”, señaló Adityanath mediante la plataforma X.
