NUEVA YORK. – Un juez de la Corte Superior de Providence en Rhode Island condenó a 15 años al padre dominicano Jean Díaz de la Rosa después que un jurado lo halló culpable en enero de dar una brutal paliza a su hijo de 4 años al que le fracturó los huesos de ambas piernas, los hombros y la cadera izquierda en 2017.
Díaz de la Rosa, de 27 años, fue hallado culpable de dos cargos de abuso infantil en primer grado.
“Esta Oficina procesa miles de casos cada año, y, sin embargo, hay algunos que todavía dejan a uno buscando palabras”, dijo el fiscal general de Rhode Island, Peter Neronha, en un comunicado.
“Hablamos a menudo sobre proteger a los residentes más vulnerables de nuestro estado. ¿Hay alguien más vulnerable que un niño de cuatro meses?, un niño que debió haber sido amado y cuidado, especialmente por sus padres. Sin embargo, este niño fue abusado por ese padre, físicamente, severamente, repetidamente. La justicia ha llegado y merecidamente”, agregó el fiscal.
El 13 de febrero de 2017, el personal del hospital de Niños Hasbro denunció el presunto abuso infantil a la policía de la ciudad de Johnston.
Después de una evaluación en el hospital, las enfermeras y los médicos determinaron que el hijo de la Rosa tenía siete fracturas en ambas piernas, incluida una significativa en la cadera izquierda y la tibia derecha del niño y tres adicionales en los hombros.
Los médicos del Centro de Protección Infantil Aubin en Hasbro encontraron que las 10 fracturas indicaban abuso infantil, y ocurrieron dos o más incidentes traumáticos.
Después de la evaluación, el personal del hospital alertó al Departamento de Niños, Jóvenes y Familias de Rhode Island (DCYF) y el bebé fue colocado en custodia de la agencia estatal.
«Los casos que involucran el abuso físico de niños son algunos de los más desgarradores que investigan los hombres y mujeres del Departamento de Policía de Johnston», dijo el jefe de policía, Mark Vieira.
Díaz de la Rosa también deberá someterse a un tratamiento de salud mental y control de ira, y mantenerse alejado de por vida de su hijo.