“Los virus no esperan”…
Y es por eso que hoy desde Multimedios Su Mundo: Su Mundo TV y Su Mundo Digital, levantamos la voz con firmeza, porque la salud del pueblo dominicano podría estar en grave riesgo.
Mientras en el país se habla de política, de los problemas del narcotráfico, del alza del dólar, de los problemas con el desayuno escolar, del desorden en el tránsito vehicular, mientras se habla cada día de encuestas y candidaturas, los virus parece que avanzan -silenciosamente-:
El virus H1N1, la Influenza, el Dengue y hasta el COVID están circulando otra vez en el país, y estamos viendo que el Ministerio de Salud Pública parece que reacciona lento, muy lento, como si estuviera esperando que el problema se desborde y se convierta en una crisis. Y así, NO PUEDE SER!!!
¿Dónde están las campañas de prevención?
¿Dónde está la fumigación masiva en los barrios donde el mosquito del dengue está haciendo estragos?
¿Dónde están los controles sanitarios en aeropuertos, escuelas y hospitales?
El silencio y la pasividad que se observan, pueden costar vidas.
La República Dominicana no puede seguir improvisando en materia de salud.
Cada año es la misma historia: se reportan casos, se disparan los contagios, se llenan los hospitales, y luego vienen las excusas.
El Ministerio de Salud Pública tiene el deber constitucional y moral de proteger al pueblo antes, y no después.
Debe actuar ya, con firmeza, transparencia y autoridad:
El Ministerio de Salud Pública tiene que intensificar la vigilancia epidemiológica,
Tiene que garantizar medicinas y vacunas,
Tiene que orientar a la población y enfrentar con decisión los focos de contagio que ya se están observando en todo el país.
Si el Estado baja la guardia, los virus no lo harán.
Y cuando los hospitales colapsen y las muertes aumenten, ya será demasiado tarde para las conferencias de prensa y los comunicados fríos.
Desde Multimedios
Su Mundo levantamos la voz para decir: la PREVENCIÓN no puede esperar.
La salud del pueblo dominicano exige acciones urgentes y responsables.
Porque la vida humana no admite descuido, indiferencia ni burocracia.
