El presidente iraní ordenó una investigación “rápida”. A pesar de las recientes denuncias, los hechos se vienen reportando desde finales del pasado año. Estados Unidos hizo un llamado a esclarecer la situación y al acatamiento de los derechos de la mujer a la educación. Estos casos ocurren en un momento álgido en la relación entre el Gobierno y la ciudadanía, luego de la violencia policial tras las protestas por la muerte de la joven Mahsa Amini.
Una nueva crisis en medio de la desconfianza en la dirección del país. Varias escuelas, frecuentadas fundamentalmente por niñas, han sido objeto de ataques en los últimos meses.
Ya se cifran en cerca de mil las afectadas. Como factor común en sus declaraciones alegan que sienten un olor a fruta descompuesta o a productos químicos de limpieza antes de comenzar a padecer los síntomas de un presunto envenenamiento.
Náuseas, taquicardias, irritación ocular, paralización de las extremidades, así como la falta de extremidad en estas, son algunos de los indicios que dejan estos casos.
Los casos se han registrado en unos 50 centros educativos. A pesar de que estos números fueron informados por las autoridades de la nación persa, no se ponen de acuerdo en una cantidad. Tampoco se ha esclarecido el móvil de los hechos.
En la víspera, unas cinco escuelas ubicadas en varios lugares del país fueron blanco de estos presuntos ataques dejando como saldo unas cien niñas afectadas. Los reportes llegaron desde tres centros en Teherán, la capital, así como en Kermanshah y Parand.
Hasta el momento no se ha reportado el fallecimiento de ninguna colegiala.
Autoridades iraníes inician investigación
Tras conocer la situación, el presidente de la República Islámica, Ebrahim Raisi, movilizó a su Gabinete. Para ello, impartió instrucciones a sus ministros de Salud e Interior para que se investigue lo sucedido “con rapidez”.
La situación no le es favorable al Ejecutivo. Tras varios meses de protestas por la muerte de la joven Mahsa Amini a manos de la policía de la moral y los métodos utilizados por la dirección del país para sofocarlas, las relaciones entre los ciudadanos y sus representantes no son las mejores.