La tecnología avanza rápidamente en el campo de la ciencia. Es por eso que tanto robots como la inteligencia artificial (IA) se han convertido en complementos claves para transformar el tratamiento de enfermedades cerebrovasculares.
Estas mejoras permiten, entre otros puntos positivos, intervenciones inmediatas, lo que aumenta las probabilidades de éxito en los pacientes que requieren atención urgente.
Este tema fue uno de los ejes principales en la XXXIII edición del Congreso SIMI y VII Stroke Summit Buenos Aires 2024, uno de los eventos más relevantes en el ámbito de la Medicina Mínimamente Invasiva.
“Durante la Semana de Intervencionismo Mínimamente Invasivo 2024 hemos vivenciado una integración absoluta de robótica e inteligencia artificial. En estos últimos años, la inteligencia artificial, como así también la robótica, trabajaron de manera completamente separada. Hoy la integración de ambos campos abre un concepto completamente diferente, marcando un nuevo paradigma en el uso de la robótica, mediante la inteligencia artificial”, explicó el Dr. Pedro Lylyk, reconocido neurocirujano y neurointervencionista, quien además es presidente del Congreso.
El evento se llevó a cabo del 10 al 12 de septiembre en el Hotel Alvear Icon de Buenos Aires, donde expertos de todo el mundo compartieron innovaciones que están transformando el campo de los tratamientos cerebrovasculares.
Por caso, uno de los avances que más ha llamado la atención es la incorporación de robots y telemedicina en el tratamiento de los ACV. Estas tecnologías permiten la asistencia remota en tiempo real, gracias a la robótica avanzada y la inteligencia artificia
La técnica conocida como teleproctoring, por ejemplo, permite que un médico especialista guíe a otro cirujano a través de una operación, aunque se encuentren en diferentes ubicaciones geográficas. El uso de big data y la neurocardiología también se abordaron en el congreso como áreas de gran impacto. La recopilación y el análisis de datos masivos permiten detectar patrones en enfermedades cerebrovasculares y cardíacas, algo que ayuda a los médicos a tomar decisiones.
Además, la integración de la neurociencia con la cardiología está abriendo nuevas fronteras en la prevención y tratamiento de enfermedades vasculares complejas. Los expertos destacan que, al combinar estas disciplinas, los médicos pueden mejorar significativamente los resultados clínicos.
En ese sentido, el machine learning, una rama de la inteligencia artificial, también está marcando un antes y un después en la medicina. Esta tecnología permite a los sistemas aprender de datos históricos y hacer predicciones sobre futuros eventos médicos.
“Hoy ya es posible, por ejemplo, con el machine learning, tecnología derivada de la inteligencia artificial donde de manera autónoma aprende de sus errores, poder predecir futuros eventos como la presencia de placas coronarias de alto riesgo, seleccionar pacientes para realizar tratamientos endovasculares reduciendo el riesgo de sangrado, o estimar la extensión de la secuela luego de un ACV”, afirmó el experto a Infobae.
Con la llegada de estas innovaciones surgen nuevos desafíos, tal como debatieron los especialistas. La automatización de procesos médicos y la creciente dependencia de la inteligencia artificial han generado debates sobre la responsabilidad en la toma de decisiones clínicas. El congreso incluyó, por eso, discusiones sobre los dilemas éticos que enfrentan los profesionales de la salud al utilizar estas tecnologías, ya que deben equilibrar la eficiencia tecnológica con la ética médica.
En este contexto, el rol del médico sigue siendo insustituible, por eso afirmó que es esencial que los profesionales de la salud tengan acceso a estas herramientas adicionales para trabajar. Al tiempo que recalcó que, entre las conclusiones del congreso, se presentaron nuevas tecnologías.
“Los robots endovasculares en Neurocirugía Endovascular han evolucionado desde el tratamiento de patología de grandes arterias, como las carótidas, hasta el tratamiento de aneurismas, malformaciones intracerebrales y el tratamiento del ataque cerebral en el ACV. El doctor Pascal Jabbour, de Philadelphia, Estados Unidos, es el pionero del desarrollo de estos robots y ha disertado en el SIMI 24 durante esta semana”, resaltó Lylyk.
“Por supuesto que ya se está desarrollando la segunda generación de robots endovasculares con aplicaciones de inteligencia artificial. Tendrá una aplicación grande en países como el nuestro de extensas geografías y con una necesidad creciente de centros habilitados para el tratamiento del ACV”, siguió Lylyk.
Actualmente, el experto dirige el equipo de Neurocirugía Endovascular y Radiología Intervencionista (ENERI) en la Clínica La Sagrada Familia, en Buenos Aires. Además, preside la Fundación para el Estudio de las Neurociencias y la Radiología Intervencionista (FENERI), desde donde promueve la investigación y la educación médica en el campo de las neurociencias
Para el experto, “la inteligencia artificial por sí sola es un conjunto en el cual interactúa Machine Learning y a la vez Big Data. Machine Learning es el proceso por el cual podemos predecir procesos o resultados. Tenemos que tener la información correcta para poder predecir ese evento, y es ahí donde la Big Data interactúa de manera directa, almacenando la mayor parte de Información”.
“Durante el encuentro, en la sesión de neurocardiología, hemos logrado ver cómo la información de la cardiología interactúa de una manera directa con la neurocirugía vascular, haciendo una búsqueda dentro de la Big Data, para así prevenir un evento cardiológico o, inclusive, poder prever una posible enfermedad vascular cerebral”, reveló Lylyk.
Al tiempo que remarcó: “Hay que pensar que en general se trata de enfermos panvasculares, o sea que el endotelio, que es lo que tenemos en común la neurocardiología y la cirugía vascular, se afecta en estos enfermos. Cualquiera sea su puerta de entrada en las instituciones médicas, deben ser estudiados antes de que se exprese en otro territorio, haciendo prevención primaria y secundaria en un segundo territorio vascular antes de su expresión clínica”.
Para finalizar, el doctor Lylyk concluyó: “Estamos usando la IA desde ya hace tiempo en el diagnóstico y tratamiento del ACV. Hace varios años que seleccionamos a los pacientes con inteligencia artificial, logrando acortar los tiempos, lo que es esencial en el tratamiento del ACV. Hay que recordar que el tiempo es cerebro. El doctor Tudor Jovin, de Estados Unidos, piensa que uno de los mejores efectos de la IA será mejorar la carga de trabajo de los médicos, logrando que los profesionales se dediquen a humanizar y personalizar la medicina. Los enfermos y sus familias deben ser contenidos en su cuerpo y su mente, logrando una mejor adaptación en la sociedad luego de su enfermedad”.