ITALIA. Al menos 45 migrantes murieron cuando su bote se estrelló en el sur de Italia antes del amanecer del domingo, dejando apenas 80 sobrevivientes encontrados por la Guardia Costera Italiana y decenas de desaparecidos.
Se estima que más de 170 migrantes estaban a bordo del barco, dijeron dos agencias de la ONU, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones, en un comunicado conjunto que citó relatos de sobrevivientes.
El barco partió cinco días antes desde Turquía. La tragedia ocurrió cuando este chocó con los arrecifes en mares violentamente agitados, azotados por fuertes vientos.
Las autoridades confirmaron que los cuerpos cubiertos de tela fueron llevados al estadio deportivo en la ciudad más cercana, Crotone.
El rescate
Entre los que estaban a bordo, había “niños y familias enteras”, afirmó la ONU. La mayoría de los pasajeros provenían de Afganistán, Pakistán y Somalia.
“Todos los sobrevivientes son adultos”, dijo un voluntario de la Cruz Roja, Ignazio Mangione. Desafortunadamente, todos los niños están entre los desaparecidos o fueron encontrados muertos en la playa”. Un bebé de meses y un niño de 8 años fueron reportados entre los muertos.
La operación de rescate fue dirigida por las autoridades italianas. Transportados en un helicóptero, un avión de la policía y embarcaciones de los escuadrones estatales de bomberos, afrontaron la tarea el domingo. Pescadores locales también se unieron en la búsqueda de sobrevivientes.
Algunos de los sobrevivientes trataron de mantenerse calientes, envueltos en mantas y edredones. Fueron llevados en autobús a un refugio temporal. La televisión estatal dijo que 22 sobrevivientes fueron llevados al hospital para recibir tratamiento.
Las rutas
En 2022, unos 105.000 migrantes llegaron a las costas italianas, unos 38.000 más que en 2021, según cifras del Ministerio del Interior.
Según cifras de la ONU, las llegadas desde la ruta turca representaron el 15% del número total. Casi la mitad de los que huyeron fue de Afganistán.
Además de la ruta desde Turquía, otra ruta empleada por los traficantes cruza el Mediterráneo central desde la costa de Libia. Los migrantes a menudo soportan condiciones de detención brutales durante meses, antes de que se les permita abordar botes de goma o viejos barcos de pesca de madera, hacia las costas italianas. La ruta es considerada una de las más mortales.
El gobierno de Meloni se ha concentrado en complicar los esfuerzos de los barcos humanitarios para realizar múltiples rescates en el Mediterráneo central asignándoles puertos de desembarco a lo largo de las costas del norte de Italia, lo que significa que los barcos necesitan más tiempo para regresar al mar después de llevar a los rescatados a bordo, a menudo cientos de migrantes, a la costa.
Llamado de alerta
El presidente italiano, Sergio Mattarella, pidió a la Unión Europea que “finalmente asuma concretamente la responsabilidad de gestionar el fenómeno migratorio para alejarlo de los traficantes de seres humanos”. Dijo que la UE debería apoyar el desarrollo en países donde los jóvenes que no ven futuro deciden arriesgarse a peligrosos viajes por mar hacia lo que esperan que sean mejores vidas.
Italia se ha quejado amargamente durante años de que otros países de la UE se han negado a aceptar a algunos de los recién llegados, muchos de los cuales tienen como objetivo encontrar familia o trabajo en el norte de Europa.
FUENTE: Noticias AP
