Sánchez Ramírez, RD – La vocera del Comité Nuevo Renacer y del grupo “Los Encadenados” de la provincia Sánchez Ramírez, Leoncia Ramos, denunció los graves daños provocados por la instalación de la presa de colas de Yagal, operada por la empresa minera Barrick Gold. En nombre de los moradores de la comunidad de El Yagal, Ramos expresó preocupación por el impacto ambiental y social que ha generado esta operación minera.
Según la dirigente comunitaria, las actividades de la Barrick han destruido al menos 21 cañadas que anteriormente abastecían de agua a la comunidad. “Antes se podía beber agua en cualquier parte, pero ahora no hay agua potable y la poca que queda está contaminada”, aseguró.
Ramos señaló que los ríos Yagal y Maguaca, los principales de la zona, están gravemente afectados. “El Yagal está lleno de sustancias tóxicas provenientes de Barrick Pueblo Nuevo, y el Maguaca es hoy un cadáver viviente; está ahí por estar, ya no tiene caudal, es un río muerto”, manifestó.
Desde la llegada de la minera, la comunidad ha enfrentado serias dificultades, principalmente por la escasez de agua potable. “Nos entregan dos o tres botellones de agua dos veces a la semana. Al principio era un apoyo de la empresa, pero luego nos los quitaron”, explicó. Añadió que antes toda la comunidad se abastecía de una cañada llamada Cañalejo, pero esta también desapareció debido a las operaciones mineras.
Leoncia Ramos reafirmó que los comunitarios no desean abandonar sus tierras por voluntad propia, sino porque las condiciones de vida ya son insostenibles. “No tenemos agua para vivir, ni producción agrícola. Antes llevábamos productos al mercado, ahora tenemos que comprar para alimentar a nuestros hijos. Nuestra mayor producción era el cacao, ese era nuestro oro, y ya no existe”, expresó.
La vocera exigió que Barrick Gold se retire del lugar, pero que antes repare los daños causados a las comunidades. Denunció además que el proceso de reasentamiento anunciado por la empresa no incluye a quienes ya viven bajo la actual presa, sino a quienes serán afectados por una nueva presa de colas en la zona del Naranjo. “Esa nueva presa también nos va a sepultar, porque estamos justo al lado”, advirtió.
Asimismo, criticó el abandono de las autoridades gubernamentales. “La Barrick nos ha quitado todo. Lo único que nos queda es la vida, y también nos la están quitando poco a poco con las enfermedades que cada día nos arropan”.
Finalmente, Ramos advirtió sobre el peligro que representa vivir tan cerca de una presa de colas. “No se puede vivir debajo de una presa con tanto lodo tóxico a solo 50 metros de las casas. Si eso colapsa, ¿Qué será de nosotros? Será una tragedia peor que cualquier otra. Aquí vamos a morir todos”, concluyó.
Ver esta publicación en Instagram
