El hospital Nasser de Jan Yunis continúa recibiendo decenas de heridos tras los ataques aéreos de las fuerzas israelíes. Tras más de dos meses de guerra contra Hamás, las acciones bélicas no son la única arma empleada en el conflicto. Así, Human Rights Watch ha acusado a Israel de matar de hambre a civiles en Gaza, de manera intencionada, como parte de su ofensiva en la zona.
Las autoridades israelíes afirman que no atacan a civiles intencionadamente, pero en unas imágenes grabadas el pasado 10 de diciembre se puede ver cómo varios paramédicos escapan in extremis de un bombardeo, mientras recuperan los cuerpos de ciudadanos fallecidos, en Jan Yunis.
El jefe de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, se encuentra en Tel Aviv en una muestra de apoyo a Israel.
“Proteger a los civiles palestinos en Gaza es tanto un deber moral como un imperativo estratégico. Así que, seguiremos defendiendo el derecho fundamental de Israel a defenderse, y también seguiremos instando a la protección de los civiles durante el conflicto y a aumentar el flujo de ayuda humanitaria a Gaza”, declara Lloyd Austin, Secretario de Defensa de Estados Unidos.
El lunes, un convoy de ayuda humanitaria entró en Gaza a través de Kerem Shalom. Situado en la frontera entre Egipto, Israel y Gaza, este es uno de los principales puntos de tránsito para la entrada y salida de mercancías de Gaza. Permite acceder a la zona con mucha más rapidez que el paso fronterizo de Rafah.
Mientras tanto, Hamás ha difundido un vídeo en el que aparecen tres ancianos israelíes retenidos como rehenes en Gaza. Las Fuerzas de Defensa de Israel han condenado el vídeo calificándolo de “terror atroz”.
La votación del Consejo de Seguridad de la ONU en la que se pedía un cese urgente y sostenible de las hostilidades en Gaza fue aplazada el lunes debido a discusiones sobre la redacción del texto. Las autoridades estadounidenses se opusieron a la referencia “cese de las hostilidades”, pero se mostraban dispuestas a aceptar la fórmula “suspensión de las hostilidades”.
