Los cambios siempre son difíciles sin importar la circunstancia y todos lo hemos vivido. Pueden variar desde mudarse a una nueva ciudad, cambiar de trabajo, hasta dejar viejos hábitos atrás.

Cuando se trata de hacer cambios más saludables, existen muchos factores que nos impulsan a este nuevo estilo de vida, y a pesar de que la motivación inicial es un buen catalizador, no siempre es suficiente cuando nos enfrentamos a los primeros obstáculos.

La mayoría de las personas toman el principio de cada año para implementar cambios más saludables, pero el 80% son abandonadas en febrero?.

Esto puede frustrar a muchos y a pesar de que quieran alcanzar sus metas, la frustración es un factor determinante al momento de abandonar cualquier cambio de estilo de vida.

Es importante hacer cambios para tener un estilo de vida saludable, a pesar de  que la mayoría de las metas consisten en perder peso o cualquier otro cambio estético, es importante promover un acercamiento holístico a sus metas para resaltar la importancia de la nutrición saludable y el bienestar mental.

Cómo empezar

Primeramente, es importante recordar que no hay que esperar a que se acabe o inicie un año para hacer un cambio en tu estilo de vida.

Cualquier día es ideal para comenzar y a pesar de que la motivación puede fluctuar, es importante tomar esos momentos para implementar cambios saludables a tu vida.

Sin embargo, la primera recomendación es empezar con pequeñas acciones, puesto que los resultados visibles toman tiempo y establecer metas a corto plazo puede ayudarte a ser más consistente.

Un cambio en el estilo de vida consiste en modificar tu comportamiento o en implementar cambios que tengan impactos positivos y saludables en tu vida.

Sin embargo, es importante que te propongas metas a corto plazo. Es mejor que “te enfoques en un comportamiento a la vez y que el apoyo de otros puede ayudarte a alcanzar tus metas”.

Enfoque

Algunos de los hábitos en los que las personas se enfocan son los siguientes: patrones de sueño, actividad física, tendencias de alimentación, consumo de agua y manejos de estrés.
Cambiar estos hábitos puede causar efectos duraderos y positivos en tu bienestar. Puedes pensar que la comida que consumes solo afecta tu peso, pero está comprobado que también beneficia a tu salud mental.

Dormir lo suficiente también es importante para un estilo de vida saludable, pero sus beneficios también consisten en el mejoramiento de la concentración y en los resultados del ejercicio.

Al igual que con el ejercicio, debes ser consistente con estos cambios de estilo de vida para que se vuelvan hábitos en tu rutina diaria, lo cual toma alrededor de un mes.

Esto implica cambiar tu actitud o cómo manejas el estrés; modificar tus patrones de sueño e incrementar tu actividad física o implementar una dieta saludable que te permita perder peso y nivelar tus hormonas.

Pasos que puedes seguir

Planéalo. Una vez que decidas hacer un cambio a tu estilo de vida, es importante tener un plan específico y seguirlo.

Si tu enfoque está en hacer más ejercicio, busca rutinas que te ayuden a alcanzar tus metas y dedícale ciertos días de la semana. Algo que puede ayudarte es tener una agenda donde puedas tener un recordatorio fijo.
Tómalo un día a la vez. No es fácil abandonar los malos hábitos y reemplazarlos con otros más saludables toma tiempo.

Implementar muchos cambios demasiado rápido puede ser cansado y frustrante, es importante enfocarse en una meta a la vez. Así se convierten en hábitos y no obligaciones.

Invita a un amigo o amiga. Cada quien es diferente y aunque algunos prefieren trabajar en sus metas solos, otros se benefician de tener a un acompañante con metas similares.

Puede ser un amigo o familiar que también quiera implementar cambios a su estilo de vida, ya sea por medio del ejercicio o mejorando su alimentación.

Entre ustedes pueden mantenerse motivados y ser una fuente de apoyo.

¿En qué etapa de cambio está?

Reflexión: “Lo estoy pensando”.
Preparación: “He decidido tomar cartas en el asunto”.
Acción: “He empezado a hacer cambios”.
Mantenimiento: “Tengo una nueva rutina”.