El capo albanés Dritan Rexhepi, también conocido como Mujarat Lulezim, fue arrestado en Estambul, Turquía, la madrugada de este 10 de noviembre. Rexhepi, líder del cártel Kompania Bello, estaba preso en Ecuador desde el 2014, pero obtuvo un beneficio penitenciario, salió de la cárcel y huyó. Las autoridades ecuatorianas desconocían su paradero desde enero de 2022.
Rexhepi cumplía en Ecuador una condena por tráfico de drogas, pero se le concedió la prelibertad en el 2021. Aunque debía presentarse frente a las autoridades ecuatorianas cada 15 días, pero se valió de firmas irregulares, certificados médicos dudosos y una dirección falsa para evadir a los funcionarios, incumplir su sentencia y evitar la extradición a la que Ecuador se había comprometido una vez que cumpliera su sentencia en el país. Durante su tiempo en la prisión ecuatoriana, formó una estructura criminal para continuar con sus actividades delictivas.
Rexhepi ingresó a Turquía con un pasaporte colombiano bajo el nombre de Benjamín Omar Pérez García, según informaron las autoridades de ese país.
El ministro del Interior de Turquía, Ali Yerlikaya, anunció el arresto de Rexhepi y resaltó que el detenido tenía una notificación roja de la Interpol y que se dedicaba al transporte de drogas de Sudamérica a Europa. Yerlikaya recordó que Rexhepi fue sentenciado por homicidio intencional, tráfico de drogas y secuestro por las autoridades judiciales de Italia y Albania, respectivamente.
La ubicación del líder del cartel se determinó como resultado de una operación conjunto realizada por las Direcciones de la Sección de Delitos Antinarcóticos de Estambul, la Sección de Inteligencia, la Sección de Lucha contra el Contrabando de Inmigrantes y los Cruces Fronterizos y el intercambio de inteligencia con la Policía Italiana.
Varios documentos judiciales italianos identificaron a Rexhepi, que actualmente tiene 42 años, como “el capo indiscutible” con acceso a “cantidades infinitas de cocaína” de Kompania Bello, un cártel formado por 14 bandas criminales albanesas involucradas en el narcotráfico y que, según las autoridades, funcionaba desde el 2014 en Ecuador, Holanda, Bélgica, Albania e Italia, según publicó en noviembre de 2021, The Wall Street Journal.
Se alertó en noviembre de 2022 y en marzo de este año que Rexhepi ya no estaba en Ecuador y que alguien firmaba por él en los registros ante la autoridad competente. Esta información fue ratificada por el Servicio de Atención Integral (Snai), institución encargada de las cárceles en Ecuador.
En abril de este año, el entonces legislador Fernando Villavicencio denunció públicamente las irregularidades en el tratamiento del caso de Rexhepi. El exlegislador presentó una denuncia ante la fiscal general del Estado para que se investigue a siete funcionarios del Snai, encargados del registro de firmas; al defensor público de Rexhepi, que consultado por Infobae en noviembre de 2022 y que dijo no conocer del caso a pesar de que presentaba los justificativos de este ante el juez; y a seis médicos del Hospital del Guasmo Sur de Guayaquil, que emitieron los certificados de salud al albanés.
Villavicencio fue asesinado el 9 de agosto de 2023 en Quito, mientras atendía un acto político como parte de su campaña presidencial. El magnicidio aún está en investigación.
Este medio accedió a toda la documentación oficial sobre el caso de Rexhepi en Ecuador, incluyendo el último informe del Snai emitido en abril, y constató que existieron varias irregularidades que estaban en conocimiento de las autoridades gubernamentales y judiciales. Por ejemplo, el capo presentaba certificados médicos dudosos para evitar presentarse en la Casa de Confianza de la Penitenciaría del Litoral, donde el juez había dispuesto. En los documentos se observaba que, aunque Rexhepi tiene 42 años, en una de las historias clínicas presentadas por el defensor público del albanés para justificar su inasistencia en marzo de 2023, los médicos se refieren a un paciente de 64 años. También, las firmas que se registraron de Rexhepi tenían inconsistencias e irregularidades.
Rexhepi debe responder a la justicia de varios países que incluyen a Albania, España, Italia y Gran Bretaña. A esta lista debería sumarse Ecuador, pues el capo no cumplió la condena que terminaba en 2027. Hasta el momento las autoridades ecuatorianas no se han pronunciado sobre el arresto.
