jueves, octubre 10, 2024

Casi la mitad de los casos de demencia podrían prevenirse o retrasarse

Euronews.- Según un grupo de 27 expertos en demencia de todo el mundo, abordar 14 factores de riesgo a lo largo de la vida podría prevenir o retrasar casi la mitad de los casos de demencia en el mundo, que actualmente ascienden a 55 millones.

La demencia no tiene cura conocida, y el aumento de la esperanza de vida hace prever que el número de casos aumente hasta los 139 millones en 2050, según ‘Alzheimer’s Disease International’.

Esto significa que la prevención y el retraso de la enfermedad son fundamentales para mejorar la salud y el bienestar de los adultos mayores, con mejores perspectivas si los esfuerzos por frenar estos factores de riesgo comienzan en la infancia y llegan a todos los segmentos de la población.

Por primera vez, el colesterol alto y la pérdida de visión se incluyeron entre los factores de riesgo citados por la Comisión Lancet sobre prevención, intervención y atención de la demencia, el grupo de expertos que revisó las últimas pruebas sobre el trastorno neurocognitivo. Sus conclusiones se actualizaron por última vez en 2020.

Se calcula que el 7% de los casos de demencia son atribuibles a un colesterol deficiente en la mediana edad, alrededor de los 40 años, mientras que el 2% de los casos están relacionados con la pérdida de visión no tratada en etapas posteriores de la vida.

Los otros 12 factores de riesgo son el bajo nivel educativo, las deficiencias auditivas, la hipertensión, el tabaquismo, la obesidad, la depresión, la inactividad física, la diabetes, el consumo excesivo de alcohol, los traumatismos craneoencefálicos, la contaminación atmosférica y el aislamiento social en la vejez.

En conjunto, son responsables del 40% de todos los casos de demencia en el mundo, siendo la discapacidad auditiva, el bajo nivel educativo y el aislamiento social los que tienen un mayor impacto, según los expertos.

Según los expertos, estos riesgos suelen estar “agrupados”, de forma que algunas personas experimentan varios de estos factores a la vez. La exposición prolongada a lo largo de la vida también puede aumentar el riesgo de demencia.

“Nuestro nuevo informe revela que se puede y se debe hacer mucho más para reducir el riesgo de demencia”, afirmó en un comunicado Gill Livingston, autora principal del estudio y profesora de psiquiatría de personas mayores en el University College de Londres (UCL).

Los investigadores que no participaron en el estudio señalaron que, aunque los resultados son prometedores, aún no está claro cómo determinados factores de riesgo, como la hipertensión, están relacionados con la demencia.

“Nuestra base de pruebas también puede ser inadecuada para captar otras influencias importantes en la demencia, como las influencias en etapas muy tempranas de la vida (por ejemplo, el desarrollo del cerebro en el útero o en la adolescencia) y el papel de la salud reproductiva”, señaló en un comunicado la doctora Sarah-Naomi James, investigadora principal de la Unidad de Salud y Envejecimiento a lo Largo de la Vida del MRC de la UCL. James no participó en la elaboración del informe.

La comisión de The Lancet propuso medidas políticas e individuales para reducir el riesgo de demencia.

Por ejemplo, los expertos recomiendan que la educación de alta calidad sea ampliamente accesible, que las personas de mediana edad reciban suficiente estimulación mental, que dejen de fumar y de beber en exceso, y que hagan ejercicio con regularidad y lleven casco cuando monten en bicicleta.

“Estas conclusiones ponen de relieve la intersección entre los hábitos cotidianos y la salud cerebral a largo plazo, y subrayan que unas estrategias sanitarias integrales y permanentes desde los primeros años-dirigidas por las personas y respaldadas por las políticas gubernamentales- pueden influir significativamente en la prevención de la demencia”, declaró en un comunicado Sandrine Thuret, catedrática de Neurociencia del King’s College de Londres. Ella no participó en el informe.

Livingston señaló que el apoyo gubernamental es especialmente importante para reducir las desigualdades en la demencia en los países de renta baja y los grupos socioeconómicamente desfavorecidos.

Tomando Inglaterra como ejemplo, Livingston y otros coautores calcularon que las intervenciones a nivel de población para abordar seis factores de riesgo de demencia -tabaco, consumo excesivo de alcohol, hipertensión, obesidad, contaminación atmosférica y traumatismos craneoencefálicos- podrían ahorrar más de 4.000 millones de libras (4.700 millones de euros) en costes sanitarios, sociales y de cuidados.

Suscríbete a nuestro newsletter

Recibe las últimas noticias en tu casilla de email.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Anuncio -

Más popular