Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el incumplimiento tributario en América Latina alcanzó los US$433,000 millones en 2023, lo que equivale al 6.7% del Producto Interno Bruto (PIB) regional. Este incumplimiento incluye la evasión del impuesto sobre la renta corporativa y personal, que representa el 4.6% del PIB, debilitando la capacidad redistributiva y estabilizadora de la economía.
La CEPAL también destaca que la inobservancia en el pago del impuesto sobre el valor agregado (IVA) alcanzó el 2.1% del PIB, lo que supone un desafío significativo para la política fiscal frente a los shocks macroeconómicos y el financiamiento del desarrollo sostenible.
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Para abordar esta situación, las administraciones tributarias y aduaneras han intensificado sus esfuerzos para reducir la evasión. En particular, la implementación de la facturación electrónica ha avanzado en todos los países de América Latina, excepto Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. Además, se ha mejorado el control y la detección de irregularidades mediante tecnologías de la información y comunicaciones (TIC).
Estas acciones buscan fortalecer la recaudación fiscal y mejorar la eficiencia en el uso de los recursos nacionales para impulsar el desarrollo económico y social en la región.