A partir del miércoles 30 de agosto, los viajeros a China ya no necesitarán pruebas negativas de la COVID para entrar al país, anunciaron las autoridades el lunes.
Wang Wenbin, vocero del Ministerio de Extranjería de China, anunció el plan en un comunicado de prensa del gobierno, lo que representa un importante hito en un país que ha cumplido unas estrictas políticas de confinamientos y de “cero COVID” durante la pandemia.
Este es el cambio más reciente en unas políticas que han aislado a China del resto del mundo.
En enero, el país eliminó las cuarentenas de los ciudadanos que volvían de un viaje al extranjero, y desde entonces amplió la cantidad de países a los que los ciudadanos chinos pueden viajar.
Antes de diciembre, China tenía una política de “cero COVID” que incluía confinamientos completos y largas cuarentenas para las personas infectadas. Algunas personas fueron encerradas en sus casas con cables y cerrojos en las puertas, o atrapadas en edificios de oficinas.
La ciudad de Shanghái confinó a sus 25 millones de residentes de abril a junio de 2022, un periodo durante el cual proveyó suministros de comida del gobierno y requirió frecuentes pruebas de PCR, informó Associated Press.
Las restricciones afectaron a la economía china, y condujeron a desempleo y protestas en importantes ciudades, como Beijing, Shanghái, Guangzhou y Nanjing el noviembre pasado.
Las políticas se rescindieron de forma abrupta en diciembre, lo que llevó a picos en las infecciones que, según un estudio de EE. UU., condujeron a casi 2 millones de muertes, reportó AP.