Euronews. – Los enfrentamientos entre el movimiento nacionalista Fatah del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, y varias facciones islamistas se prolongan por tercer día consecutivo, dejando ya cinco muertos, decenas de heridos (entre ellos soldados libaneses) y cientos de familias desplazadas.
Se trata de la segunda ola de violencia desatada en el lugar en los últimos meses. En julio, los combates entre ambos bandos dejaron al menos 13 muertos y más de 60 heridos. Tras esos choques, se llegaba a un acuerdo de cese de hostilidades que ahora parece quedar roto.
Fatah y otras facciones del campo pretenden tomar medidas enérgicas contra los sospechosos acusados de asesinar a uno de sus generales militares a finales de julio.

Un reducto de miseria, controlado por el Ejército libanés
Decenas de miles de refugiados se hacinan en el campo palestino de Ain el Helu, el mayor de los 12 campos de refugiados palestinos del Líbano, cercano a la ciudad de Sidón, una zona de miseria donde se han instalado a lo largo de los años islamistas radicales y personas buscadas por la justicia.
Se calcula que unas 54 000 personas, originarias de Palestina, malviven en esta ‘ciudad’, de construcciones precarias y de calles estrechas, que ocupa una superficie de no más de dos km2. En los últimos años, se han sumado, además, unos 6000 refugiados palestinos que estaban en Siria y huyeron de la guerra en Siria.
El campamento está rodeado por un muro construido por el ejército libanés que controla las cuatro entradas.
Un acuerdo firmado entre Beirut y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en 1969 estipulaba que la seguridad en los campos era responsabilidad de las organizaciones palestinas. Pero fue derogado por el Líbano en 1987, aunque se mantiene un pacto tácito, y el ejército libanés no se despliega en el interior de los campos palestinos.
Fatah, la organización palestina histórica, sigue siendo el grupo más poderoso en Ain el Helu, pero su influencia es combatida por las organizaciones islamistas de Hamás y la Yihad Islámica.
Parte del campo también alberga a grupos islamistas radicales entre cuyas filas hay libaneses y sirios, incluidas personas buscadas por la justicia.
Entre estas personas buscadas se encuentra incluso un famoso cantante libanés-palestino, Fadel Shaker, condenado en rebeldía a 15 años de prisión por apoyar a islamistas locales.