Euronews.-Se han producido más protestas en París y otras ciudades de Francia después de que el gobierno sobreviviera por poco a dos mociones de censura.
Las protestas se desencadenaron cuando la primera ministra, Élisabeth Borne, hizo uso de un poder constitucional especial, el artículo 49:3, para impulsar un proyecto de ley que eleva la edad de jubilación a 64 años.
“Aquí hay muchos jóvenes. La gente cree que este tema no nos concierne, pero en realidad sí. Si ahora nuestros abuelos van a tener que trabajar más tiempo, sabemos que las cosas van a empeorar porque, básicamente, ese es el camino que hemos estado tomando durante los últimos veinte años con políticas cada vez más liberales que responden al capitalismo, mientras tanto los jóvenes han decidido que lo que cuenta por encima de todo es la gente”, opina Shola, estudiante de ciencias políticas.
“Esto es demasiado importante porque nos han jodido, no vemos futuro y el poco futuro que podíamos ver con los derechos sociales que teníamos antes, que ahora se están rompiendo, nos lo están quitando. Por eso estamos aquí”, dice Marie, estudiante de migración.
“Es la radicalidad de este movimiento lo que hará doblegarse a Macron, ha abierto una brecha que no está dispuesto a cerrar”, declara Edgar, estudiante de sociología.
Más de cien personas fueron detenidas en París tras enfrentamientos con la policía.
El presidente Emmanuel Macron afirma que el envejecimiento de la población francesa hace inasequible el actual sistema de pensiones.
Ahora se espera que el proyecto de ley se convierta en ley, pero es probable que las tensiones continúen en la calle con una importante jornada de huelga y protestas previstas para el jueves.
