jueves, julio 4, 2024

Día Mundial del Cáncer de Piel: signos de alerta de una patología que afecta a más de 1.2 millones de personas en el mundo

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“Los cánceres de piel son el grupo de cánceres más comunes diagnosticados en todo el mundo, con más de 1,2 millones de casos nuevos estimados en 2022″, asegura la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En ese sentido, destacan que, aproximadamente, “en 2022, se diagnosticaron 330 000 nuevos casos de melanoma en todo el mundo y casi 60 000 personas murieron a causa de la enfermedad”.

En tanto, el Fondo Internacional para la Investigación del Cáncer (WCRF, por sus siglas en inglés), afirma que “el melanoma de piel es el 17º cáncer más común en todo el mundo, 13° más común en hombres y el 15° más frecuente en mujeres”, siendo que en 2020 “se produjeron más de 150.000 nuevos casos de melanoma de piel”.

Cada 13 de junio, se celebra el Día Mundial del Cáncer de Piel, el cual tiene por objetivo concientizar sobre la importancia de su cuidado y prevención ante esta patología oncológica, especialmente del melanoma, el más agresivo y cuya prevalencia sigue en aumento en personas cada vez más jóvenes; siendo que se trata del órgano más visible y tangible, además del más extenso del cuerpo.

De acuerdo a la WCRF, que comprende además al Instituto Estadounidense de Investigación sobre el Cáncer (American Institute for Cancer Research, AICR); el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer en el Reino Unido (World Cancer Research Fund, WCRF UK) y el Fonds Mondial de Recherche contre le Cancer en Francia (FMRC FR), entre otros, “Australia tuvo la tasa general más alta de melanoma de piel en 2020, seguida de Nueva Zelanda”, orden que se mantiene para el cáncer de piel no melanoma.

Qué es el cáncer de piel

El cáncer de piel es el crecimiento anormal de las células de la piel, que se suele desarrollar en la piel expuesta al sol, aunque también puede aparecer en otras zonas de la piel, siendo que “existen tres tipos principales de cáncer de piel: carcinoma basocelular, carcinoma espinocelular y melanoma”, según indican desde Mayo Clinic, además de la Queratosis Actínica (AK). Es por eso que convocan a “revisar la piel para detectar cambios sospechosos”, ya que la detección temprana “brinda mayor probabilidad de que el tratamiento sea exitoso”.

Lo cierto es que, más allá de los enumerados, existen múltiples subtipos de cáncer de piel, los cuales, principalmente, se manifiestan en “zonas de la piel más expuestas al sol, como el cuero cabelludo, el rostro, los labios, las orejas, el cuello, el pecho, los brazos y las manos, y, en el caso de las mujeres, las piernas”, indican desde Mayo Clinic, al tiempo que resaltan que “también puede formarse en áreas que rara vez ven la luz del día: las palmas de las manos, debajo de las uñas de las manos o de los pies y el área genital”. Asimismo, esta patología “afecta a personas de todos los tonos de piel, incluidas aquellas con tez más oscura”.

Mayo Clinic enumeró los principales signos y síntomas de los distintos tipos de cáncer de piel.

Carcinoma de células basales: por lo general se producen en áreas del cuerpo expuestas al sol, como el cuello o el rostro; y puede manifestarse como un bulto ceroso o perlado; una lesión plana, parecida a una cicatriz marrón o del color de la piel; o una úlcera con costras o sangrante que se cura y regresa.

“Es el más común en el mundo, se manifiesta por medio de lesiones que no cicatrizan, sangran espontáneamente o frente al mínimo trauma”, explicó Leisa Molinari (MN 116.628), dermatóloga especialista en Cáncer de piel.

La exposición al Sol y su impacto en la piel

De acuerdo a las expertas, el impacto del sol sobre la piel puede generar daños tanto a corto como a largo plazo. En palabras de Villoldo, en el corto plazo produce:

  • Quemaduras solares: la piel se enrojece debido a un proceso inflamatorio con dilatación vascular. Hay quemaduras de distintos grados, que incluso pueden generar ampollas.
  • Alergia a los rayos UV: la exposición al sol hace que la piel se enrojezca y se formen manchas rojas con picazón en la zona del pecho, los hombros, los brazos y las piernas.
  • Trastornos de la pigmentación: debido al estímulo de la producción de melanina que conduce a diferentes tipos de manchas oscuras/claras en la piel.
  • Acné: aunque algunos pacientes piensen que el sol les genera una mejoría porque el bronceado disimula las lesiones, lo cierto es que se produce una deshidratación y cuando es excesiva se seca la piel, lo que provoca que las glándulas sebáceas generen una producción excesiva de sebo como compensación y este exceso tiende a generar imperfecciones. Además, cuando la piel se seca se puede producir un engrosamiento, que interfiere con el proceso natural de descamación de las células muertas de la piel, e impide que se pueda eliminar el sebo a través de los poros.
  • Fotosensibilidad: diferentes medicamentos hacen que la piel se vuelva altamente sensible al sol, desarrollando una reacción parecida a las quemaduras por el sol.

Cómo prevenir el cáncer de piel

La prevención es clave ante el aumento de la incidencia del cáncer de piel a nivel mundial”, resaltó Molinari. Es por eso que advirtió la importancia de “cuidar, estar atentos a señales de alerta, conocer nuestro cuerpo y proteger nuestra piel de los daños solares mediante el uso de protector solar”, siendo que otro paso esencial es “un chequeo anual con un dermatólogo especialista para detectar lesiones pretumorales y mejorar el pronóstico al eliminarlas”. De acuerdo a Villoldo, es esencial “utilizar un protector solar que cumpla las expectativas de cada persona y principalmente si se va utilizar en el rostro”, es por eso que realizó una serie de consejos:

  • Buscar un protector solar de amplio espectro, de textura agradable y adecuada a la piel de cada paciente, para que pueda ser constante en la aplicación.
  • Es recomendable colocar la protección unos minutos antes de salir de casa.
  • El protector solar es el último paso de tu rutina. Primero se limpia, hidrata y luego coloca el protector.
  • La cantidad para todo el cuerpo es de 30 ml por aplicación. “Es mejor ser generoso con la aplicación e intentar hacer una distribución homogénea sin olvidar áreas como orejas y cuello”, recalcó Villoldo.
  • Para pacientes con poco cabello, lo ideal es un protector solar para el cuero cabelludo. En este caso se pueden beneficiar de los protectores en bruma por su facilidad de aplicación.
  • Re-aplicar el protector solar: en la ciudad es ideal aplicarlo cada dos horas y media o tres. “Si estamos en la playa o realizando actividades al aire libre, cada 2 horas. En caso de transpiración o nado, también hay que volver a aplicarlo”.
  • Además de un buen protector solar es importante moderar las horas de exposición solar, evitar las horas pico de 10 a 16 hs .
  • “No olvidemos la importancia de las pantallas físicas. La ropa es una forma de fotoprotección, las telas oscuras protegen mejor que las telas claras, y seca protege mejor que mojada”, señaló Villoldo. Al tiempo que agregó: “Los sombreros son una forma variable de fotoprotección que depende del ancho del ala, el material y el tejido. Las gafas de sol son una forma de fotoprotección para los ojos que deben contener filtro UV especialmente para UVB, ya que la exposición crónica resulta en la formación de cataratas y cáncer de ojo”.
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