REDACCIÓN.-Barcos de la Marina y de la Guardia Costera de Estados Unidos se desplazaron hasta la zona del océano Atlántico donde supuestamente cayeron los restos del globo espía chino derribado el sábado, en busca de pistas que permitan esclarecer si era un aparato de espionaje o tenía fines de investigación, como asegura Beijing.
Las autoridades estadounidenses establecieron un perímetro para tratar de evitar intromisiones y asumen ya que tendrán que recurrir a buzos o equipos no tripulados para recuperar los restos, según fuentes oficiales citadas por CNN. Estiman que pueden estar a unos 15 metros de profundidad.
Los expertos no realizaron por ahora ningún tipo de estimación, aunque las fuentes consultadas sí esperan que los restos estén ya en poder del Gobierno en “un tiempo relativamente corto”.
“No se deben tocar, mover o retirar los restos”.
Las autoridades también pidieron ayuda a la población local, para evitar que los ciudadanos interfieran en las investigaciones. La Policía del condado de Horry, en Carolina del Sur, pidió a los ciudadanos que den la voz de alarma si ven algún objeto sospechoso o restos del globo espía: “No se deben tocar, mover o retirar los restos”.
Según datos proporcionados por el Gobierno de Estados Unidos, el globo chino, del tamaño de dos autobuses ingresó al territorio nacional por Alaska el 28 de enero, pasó a Canadá el día 30 y volvió a entrar en Estados Unidos, sobre Idaho, el día 31. Cruzó el país hasta llegar este sábado al Atlántico, donde fue finalmente derribado.
Altos cargos del Pentágono habían advertido del riesgo de derribar el aparato sobre tierra por el peligro de que los restos causaran daños.