REDACCIÓN.- El grooming es un término que se utiliza para referirse a la acción de un adulto que busca establecer una relación de confianza con niños o adolescentes a través de internet con fines sexuales.
Normalmente, usa halagos, regalos o amenazas para ganarse la confianza de la víctima y luego manipularla, extorsionarla o explotarla.
En ese sentido, es una práctica ilegal y peligrosa que puede tener graves consecuencias psicológicas y emocionales para las víctimas, por ello es importante estar consciente de los riesgos y tomar medidas para proteger a los niños y jóvenes en línea.
Algunos de los efectos comunes incluyen:
Trauma emocional: las víctimas pueden experimentar angustia emocional intensa, miedo, ansiedad y depresión como resultado del abuso y manipulación perpetrados por los groomers.
Pérdida de confianza: el grooming socava la confianza de las víctimas en sí mismas y en los demás. Pueden volverse desconfiadas y tener dificultades para establecer relaciones saludables en el futuro.
Sentimientos negativos: los niños que son víctimas pueden sentirse culpables por su participación en interacciones en línea inapropiadas o por no haber sido capaz de reconocer los peligros. También pueden experimentar una profunda vergüenza debido a la explotación sufrida.
Trastornos de estrés postraumático: algunos menores desarrollan síntomas de trastorno de estrés postraumático (TEPT) como resultado del acicalamiento. Pueden experimentar flashbacks, pesadillas, hipervigilancia y evitación de situaciones relacionadas con el trauma.
Inseguridad: las víctimas de acicalamiento a menudo experimentan una disminución de su autoestima y una visión negativa de sí mismas. Pueden culparse por lo sucedido y sentirse avergonzadas de su apariencia o comportamiento.
Esta práctica tiene diferentes niveles de interacción y peligro: desde hablar de sexo y conseguir material íntimo, hasta llegar a mantener un encuentro sexual.
Se trata de un proceso en el que se produce un vínculo de confianza entre la víctima y el acosador. Este intenta aislar poco a poco al menor, y lo consigue desprendiéndose de su red de apoyo (familiares, profesores, amigos, etc.) y generando un ambiente de secretismo e intimidad.
De acuerdo con los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), durante el período comprendido entre octubre de 2019 y noviembre de 2020, aproximadamente el 21% de la población de 12 años en adelante que utiliza internet en México fue víctima de ciberacoso. Esta cifra representa a un total de 77.6 millones de personas en el país, divididas en 40.4 millones de mujeres y 37.2 millones de hombres.
Para el 68% de los adultos encuestados por ESET Latinoamérica, el grooming es una amenaza muy frecuente. El 26% confirmó conocer un niño que ha sido víctima de grooming y de estos menores, un 53% tenía entre 11 y 15 años de edad, y un 34 %años entre 7 y 10.