miércoles, junio 26, 2024

El PLD tiene que realizar un cambio verdadero que refleje los deseos y aspiraciones del pueblo dominicano

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Por Roberto Veras
SANTO DOMINGO ESTE. –El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) parece no haber comprendido que el país está agotado de ver las mismas caras y los mismos rostros de políticos desfasados, que no representan los intereses de las bases populares.
A pesar de que pueden organizar mil congresos, si no se abordan los temas que realmente importan a la base, estos esfuerzos serán en vano. Lo que el pueblo demanda son caras nuevas, dirigentes que estén alineados con sus intereses y necesidades. Es hora de un cambio verdadero que refleje los deseos y aspiraciones del pueblo dominicano.
En la última década, el descontento de la ciudadanía ha ido en aumento, en parte debido a la percepción de que los dirigentes políticos están desconectados de las realidades cotidianas de la mayoría. El PLD, que alguna vez fue visto como un partido capaz de traer progreso y estabilidad, ahora se percibe como un símbolo de estancamiento y repetición.
La gente está harta de los mismos discursos vacíos y promesas incumplidas. Las bases populares, que constituyen el núcleo duro del electorado, sienten que sus voces no son escuchadas, que sus necesidades no son priorizadas.
Es crucial que el PLD entienda que el tiempo de los políticos tradicionales está llegando a su fin. La nueva generación de votantes y activistas exige transparencia, integridad y un compromiso real con el cambio social.
No se trata solo de cambiar los rostros, sino de adoptar una nueva visión política que refleje los valores y aspiraciones del siglo XXI. Esto implica una reforma profunda, no solo en la estructura del partido, sino en la forma en que se entiende y se practica la política en el país.
Los congresos y asambleas internas del PLD deben ir más allá de ser meros trámites burocráticos. Deben convertirse en espacios de debate abierto y sincero, donde se escuchen y se incorporen las voces de todos los sectores de la sociedad. Necesitan ser un reflejo de la diversidad y la pluralidad de la nación dominicana. Solo así se podrá reconstruir la confianza y la legitimidad que el partido ha perdido en los últimos años.
Además, es fundamental que se fomenten y se apoyen liderazgos emergentes que tengan una conexión auténtica con las comunidades. Estos nuevos líderes deben ser capaces de entender y articular las preocupaciones de la población, y de proponer soluciones viables y efectivas. La renovación del PLD no puede ser solo un cambio cosmético; debe ser un cambio profundo y estructural.
El momento de actuar es ahora. El PLD tiene la oportunidad de reinventarse y de volver a ser relevante en la política dominicana, pero esto solo será posible si hay una voluntad real de cambio.
El pueblo dominicano merece una representación política que esté verdaderamente comprometida con sus intereses y que trabaje incansablemente por el bienestar de todos. El futuro del partido, y del país, depende de la capacidad de adaptarse y de evolucionar hacia una política más inclusiva y participativa.
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