La propuesta de la maestra Ligia Amada Melo, de declarar en emergencia la educación inicial dominicana, debe ser aplaudida por todos los sectores de la sociedad, la situación a este nivel y los demás es grave y preocupante.
Los problemas de la educación preuniversitaria son muchos y muy diversos, la salida a estos inconvenientes no debe tomarse a la ligera, requiere de un tratamiento cuidadoso e inteligente.
El sistema educativo se percibe como que atraviesa un océano turbulento, complicado de navegar. Es mucho lo que se ha escrito y hablando de la educación preuniversitaria dominicana, sin experimentar avances significativos en relación a la enseñanza y el aprendizaje.
La exministra de Educación propone priorizar por tres años la alfabetización, las matemáticas y la lectura para poder superar los pésimos resultados en esa materia, la sugerencia es inteligente y oportuna, ahora toca a el MINERD, ver si podría ser aplicable.
Los conflictos que han mantenido el Ministerio de Educación (MINERD) y la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), solo han acrecentado aún más la mala calidad de la educación, en especial el gremio de los maestros que al parecer solo conoce un método de lucha que es la suspensión de la docencia.
4% a la Educación en República Dominicana
Con la asignación del 4% del Producto Interno Bruto (PIB) al Ministerio de Educación (MINERD), se pensó que la educación ocuparía el centro de atención gubernamental.
La inversión en esta materia requiere ser revisada, aunque el aporte que se hace desde el Estado, es bien cuantioso, pero no ha impactado en la mejoría de este sector como se esperaba.
Ante esa realidad urge retomar el debate y la reflexión sobre la educación que queremos los dominicanos, es una tarea que debe comenzar ahora, no postergar este ejercicio.
La idea es poder llegar a un entendimiento entre todos los sectores de la sociedad dominicana, donde broten ideas innovadoras, creativas y fuertes que impulsen una mejora en la calidad de la educación.
Los países que han privilegiado la educación hoy muestran grandes avances en el orden, económico, tecnológico y de otras índoles, y los dominicanos continuamos rezagados en una materia tan importante que debemos pasar con notas sobresalientes.
Las sociedades que no se comprometen con su futuro corren el riesgo de empobrecerse, los dominicanos somos talentosos, inteligentes e innovadores.
Es el momento de que el Gobierno propicie un amplio debate sobre la educación que queremos para el futuro del país.
Por: Ernesto Trinidad
