En medio de llantos y un tributo militar rendido por sus compañeros del Ejército, fue sepultado este jueves el segundo teniente y camarógrafo Fernando Pérez Berigüete, quien fue ultimado a tiros el pasado martes 27 de febrero.
El cuerpo fue llevado a su morada final, en el cementerio Cristo Salvador, en Santo Domingo Este.
El oficial del Ejército iba de regreso a su casa desde San Isidro, cuando fue sorprendido por dos sujetos motorizados que le chocaron su carro por detrás con una motocicleta. Entonces, el agredido se desmontó a ver qué sucedía y fue cuando los agresores le entraron a tiros, matándolo en el acto. También le robaron el arma de reglamento y el vehículo. El hecho ocurrió a la entrada de Villa Liberación, un sector de Santo Domingo Este.
Cometido el atraco-homicidio, los tenienticidas se marcharon dándose a la fuga. Sin embargo, la Policía Nacional les sigue los pasos, profundiza lo ocurrido y espera capturarlos.
Mientras llega la captura de los tenienticidas, la familia está devastada y espera haya justicia, para que los responsables paguen por sus hechos.
Fernando Pérez Berigüete estuvo 25 años en la milicia. Dejó tres hijos, de 18, 12 y 10 años. Se levantaba de madrugada y se iba a trabajar con la disciplina del guardia ejemplar que siempre fue. Además, se desempeñaba como camarógrafo en un conocido canal de televisión.
Familiares y amigos lo definen como un hombre ”trabajador, honrado y apegado a su familia”.
Por el hecho de sangre hay varios detenidos para fines de investigación.
En lo que va de año al menos tres militares han sido asesinados por delincuentes en hechos similares.
Y a pesar de estos asesinatos el gobierno asegura que en el país se han registrado una baja considerable de la tasa de homicidios en comparación con años anteriores.