Santo Domingo.- El pastor Ezequiel Molina, en su tradicional mensaje durante la Batalla de la Fe este 1 de enero, expresó su preocupación por la situación social del país, criticando que se celebre el hecho de que el 53% de la fuerza laboral en la República Dominicana esté compuesto por mujeres y que las exportaciones lideradas por mujeres hayan crecido un 27%. Según Molina, detrás de cada mujer exitosa en el ámbito laboral, a menudo hay un hogar descuidado.
“En mis más de 70 años de experiencia, puedo afirmar que detrás de cada mujer exitosa en los negocios y las empresas, lo más probable es que haya un hogar descuidado”, precisó el pastor.
En su sermón titulado «Cisternas rotas», el líder evangélico señaló que el modelo familiar original ha cambiado para adaptarse a las demandas sociales actuales, y lamentó que los padres ya no tengan tiempo para dedicar a sus hijos ni a sus parejas. “A veces ni siquiera tienen tiempo para cuidar su propia salud, porque están enfocados en ganar dinero”, comentó Molina.
El pastor también destacó que, hoy en día, muchos hogares están conformados por una o dos personas y sus mascotas, pero carecen de hijos. “Hoy en día, hay hogares que consisten en una persona o dos, y un perro y un gato, pero cero hijos”, precisó.
Molina expresó que esta situación de desintegración familiar está llevando a la sociedad a enfrentar problemas graves como suicidios, depresiones, violencia y delincuencia, ya que las personas sufren emocionalmente al haber alterado el orden divino establecido en la familia.
“Cuando hay hijos, estos se crían solos o son educados por el barrio, porque papá y mamá no tienen tiempo. ¿No son estos hombres, criados por el barrio, los verdugos y asesinos de mujeres?”, afirmó.
El pastor también indicó que es casi imposible que un hombre criado con el amor de una madre, en el seno de un hogar, se convierta en un agresor hacia las mujeres.
“Ese hombre pensará en su madre y no tocará a una mujer ni con el pétalo de una rosa”, dijo. En contraste, cuando un hombre y una mujer crecen en la calle sin afecto familiar, carecen de amor propio y no se aman ni a sí mismos.
Ezequiel Molina concluyó advirtiendo que la sociedad parece estar involucionando, retomando prácticas que ya se habían superado, principalmente debido a la falta de tiempo de calidad dentro de las familias.
