La actriz mexicana Rebecca Jones ha fallecido a los 65 años en Ciudad de México, según publican los medios de su país tras recibir confirmación de su expareja, el actor y productor Alejandro Camacho. Jones murió a causa del cáncer de ovario que le fue diagnosticado hace varios años, de cuya lucha se convirtió en emblema durante sus últimas apariciones públicas y en redes sociales.
“Rebecca estuvo acompañada en todo momento por sus seres queridos, se fue en paz y con un profundo agradecimiento a su público para el que trabajó toda su vida”, aseguró Camacho en un comunicado.
Rebecca Jones siguió trabajando hasta sus últimos días en el medio televisivo donde se fraguó su carrera interpretativa. Del elenco coral de El amor nunca muere pudo saltar a protagonizar telenovelas de los años 80 como El maleficio, El ángel caído, Cuna de lobos o Dos vidas, los títulos que impulsaron la presencia de la actriz como uno de los rostros más reconocibles del formato.
En 1986, Jones contrajo matrimonio con Alejandro Camacho, con quien había protagonizado El ángel caído. Juntos se convirtieron en una exitosa power couple de la telenovela mexicana, dentro y fuera de la pequeña pantalla. Ya en la siguiente década crearon juntos Imperio de cristal, una de las producciones más importantes y recordadas de Televisa antes del cambio de siglo.
La pareja comunicó su separación en 2011, a pesar de lo cual volvieron a coincidir juntos delante de las cámaras en Para volver a amar, versión mexicana del éxito colombiano El último matrimonio feliz. Jones siguió trabajando en este y otros títulos de Televisa hasta su última producción, Cabo, que completó este mismo año.
Los espectadores de La casa de las flores pueden identificar a la actriz en la tercera temporada de la serie de Netflix, donde Manolo Caro le rindió homenaje brindándole para interpretar el papel de una joven Victoria Aguirre, el personaje de Isela Vega, abuela de la acaudalada familia protagonista.
