El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, acusó al presidente de Chile, Gabriel Boric, de ser “un agente” de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés), al convertirse en el “vocero” que dice “las cosas más bárbaras” contra el gobierno venezolano y se ciñe a las matrices de opinión que construye Washington para “dividir” y “disolver” a la izquierda latinoamericana.
“Boric es un agente de la CIA, comprobado. Traicionó a la juventud mártir que combatió (durante el estallido social chileno) a (Sebastián) Piñera, donde hubo centenares de muertos, donde hubo quinientos heridos que perdieron la vista entre los miles de heridos”, señaló Saab durante una intervención en un medio televisivo venezolano.
El fiscal venezolano agregó que Boric incluso ha traicionado y perseguido a la propia izquierda chilena porque defiende los intereses de EE.UU. en la región.
“¿Quién es el vocero que colocan a decir las cosas más bárbaras contra nuestro país a través de esa llamada izquierda? Al señor Boric”, comentó.
Saab agregó que ahora, además de Boric, se habría sumado a la vocería de la CIA el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. “¿Quién le sigue ahora? Lula (…) Para mí Lula fue captado, Lula fue captado en prisión, esa es mi teoría”, dijo el fiscal.
“Lula no es el mismo que fundó y arengó a los movimientos obreros de Brasil (…) no es el mismo que sale de prisión por todo lo que se le acusó, no es el mismo en nada, ni en su físico ni en como se expresa”, señaló el alto funcionario.
Saab recordó que en su momento Lula ganó la presidencia de Brasil luego que un tribunal electoral determinara su victoria, un caso que comparó con el de los recientes comicios presidenciales venezolanos, donde la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela determinó y avaló el triunfo de Nicolás Maduro.
“Entonces, ¿por qué usted señor Lula sí le fue bien ahí y en el caso de Nicolás Maduro no?”, cuestionó el fiscal, quien indicó que tanto las actuaciones de Boric como las del presidente brasileño serían un ejemplo de cómo “esa llamada izquierda” latinoamericana es “captada por la CIA y los EE.UU.”.