Por: Roberto Veras
En las elecciones presidenciales pasadas, Guillermo Moreno se postuló como candidato por el partido “Alianza País”, logrando alcanzar apenas a nivel nacional en su mejor momento 39,458 votos, el (0.96%).
Sin embargo, al observar detenidamente los resultados, surge una pregunta intrigante: ¿Puede realmente endosar ese (¿0?96%) en una demarcación tan crucial como el Distrito Nacional?
La respuesta no es tan simple como parece, y es necesario reflexionar sobre las diferencias entre el voto presidencial a nivel nacional y la candidatura en una demarcación específica.
Es un hecho que, a nivel nacional, Moreno no logró captar una gran cantidad de votos, pero debemos recordar que el comportamiento del electorado puede variar significativamente entre regiones. El Distrito Nacional, siendo una demarcación clave, tiene sus propias dinámicas políticas y sociales que pueden influir de manera distinta en la percepción de los candidatos.
El dicho popular “El mono no es como lo pintan” cobra especial relevancia aquí. Guillermo Moreno, más allá de sus resultados a nivel nacional, puede tener una imagen y un respaldo diferente en el Distrito Nacional.
Las particularidades y necesidades de esta demarcación pueden haber resonado de manera única con ciertos sectores de la población, brindándole un apoyo más sólido y significativo a nivel local.
Es imperativo que no subestimemos la importancia de analizar detenidamente la candidatura en una demarcación específica. La cantidad de votos presidenciales no siempre refleja la realidad política a nivel local.
En este caso, es necesario “ponerse a pensar y darle cráneo” a la complejidad de las dinámicas electorales, reconociendo que el respaldo en el Distrito Nacional puede tener matices y dimensiones que van más allá de los fríos números nacionales.
En conclusión, Guillermo Moreno y su desempeño en las elecciones merecen una evaluación más profunda, especialmente cuando se trata de una demarcación tan estratégica como el Distrito Nacional. La política local puede ser un terreno fértil para sorpresas y variaciones significativas en comparación con los resultados a nivel nacional.
