Por Roberto Veras
En los 23 años transcurridos desde la fundación del municipio Santo Domingo Este, hemos sido testigos de un patrón peculiar durante las transiciones de las gestiones municipales: la entrega de un municipio repleto de basura por parte de los directores de Aseo Urbano a los alcaldes entrantes.
Domingo Batista, nuestro primer alcalde, enfrentó este desafío desde el principio de su gestión. Tuvo que sobreponerse y trabajar incansablemente para limpiar y mejorar el municipio.
Sin embargo, su esfuerzo se vio ensombrecido cuando entregó la administración a Juan De Los Santos, dejándolo con un enorme acumulado de desechos sólidos. Este hecho llevó a la población a apodar a Domingo Batista como “Domingo Basura”.
A pesar de este inicio complicado, Juancito, como se le conocía, tuvo un periodo extraordinario al mando del municipio. Tras la independencia de las elecciones presidenciales, disfrutó de un periodo de gracia de seis años.
Lamentablemente, no pudo completar su mandato debido a su trágico asesinato, dejando a Jeannete Medina Luciano, la vice-alcaldesa, a cargo de la entrega de la administración.
Luego, Alfredo Martínez asumió la responsabilidad de un municipio en estado de abandono. Realizó un operativo de limpieza en la Maternidad de Los Mina, intentando mejorar la situación del municipio.
Ahora, con la salida de Manuel Jiménez al poder, esperamos que el director de Aseo Urbano entregue un municipio en condiciones óptimas. Es crucial que Dio Astacio reciba un Santo Domingo Este limpio y organizado para evitar repetir la historia de entregas anteriores.
Esperemos que Dio Astacio, el próximo alcalde, no tenga que enfrentar el mismo desafío que sus predecesores. Un municipio limpio es fundamental para el bienestar y el progreso de todos sus habitantes.
