La calificación crediticia de Israel ha descendido por el debilitamiento del crecimiento y el aumento del déficit como consecuencia de las guerras que el país libra contra Hamás y Hezbolá, informó este jueves el periódico israelí Maariv.
El déficit presupuestario se situó en el 8,5 % del PIB en septiembre, más allá del objetivo de Tel Aviv del 6,6 %, aunque el Ministerio de Hacienda local insiste en que el déficit se reducirá al 7,2 % del PIB a finales de este año, según el diario.
El crecimiento del PIB cayó a un 0,3 % en el segundo trimestre, lo que provocó que tres importantes agencias internacionales de calificación crediticia devaluaran la economía israelí. Esto es una mala noticia para la economía y los consumidores, ya que significa que el israelí promedio es cada vez más pobre, explica el medio.
La inflación se ralentizó hasta una tasa del 3,5 %, frente al 3,6 % del mes pasado. Se trata sin duda de una “sorpresa alentadora”, dice el periódico, pero es importante recordar que sigue siendo una desviación significativa del umbral superior fijado para la inflación, que es del 3 %.