Santo Domingo. – El presidente del Partido Demócrata Institucional (PDI), Ismael Reyes, afirmó la mañana de este domingo que un grupo de los llamados “POPIS” dirigen hoy el país. Ocupan altas posiciones públicas y parecen no estar viendo lo que está sintiendo el pueblo. “todo indica que el cambio era, de reversa”.
Estas declaraciones fueron realizadas por el dirigente político durante el discurso de la VI Convención Nacional de Delegados del PDI, donde se renovaron los miembros de su Comité Central Ejecutivo, proclamaron sus candidatos a los cargos congresuales y municipales para el año 2024, y se eligió el candidato presidencial del partido.
Ismael Reyes instó a sus delegados a trabajar para llevar al presidente de la Fuerza del Pueblo Leonel Fernández a la presidencia de la República Dominicana, en los comicios del 2024.
Discurso Integro:
En el día de hoy nos hemos reunido en este salón, para celebrar la VI CONVENCION NACIONAL de nuestra organización política.
Yo, y mis compañeros de Partido, sentimos una inmensa alegría del deber cumplido. Y esta alegría se agiganta, cuando vemos en esta mañana con nosotros, a entrañables amigos que se han dado cita aquí para acompañarnos, porque ellos tienen también el sagrado compromiso de seguir luchando por una mejor REPUBLICA DOMINICANA.
Quien os habla, con más de 40 años participando en la actividad política, me he preguntado en diversas ocasiones si tiene o sentido continuar esta lucha, en un país donde a veces parece que no se aprecia la participación de personas honestas en la política.
El hecho es que haber nacido en la República Dominicana y amar de forma entrañable el terruño querido, es lo que nos compromete a seguir luchando por nuestros ideales, por aquellas cosas que queremos para nuestro país, aunque ello implique continuar con el sacrificio.
Porque como dijo José Martí, el apóstol de la independencia cubana en su carta a RICARDO RODRIGUEZ OTERO, fechada en New York, el 16 de mayo de 1886, “La patria necesita sacrificios. ES ARA, NO PEDESTAL. A la Patria se le sirve, pero no se la toma para servirse de ella”.
Hoy, a más de 60 años después de haber sido decapitada la férrea dictadura de Trujillo, y a pesar del innegable progreso material que exhibe el país, la pobreza y la miseria se encarga de castigar al 27.7 % de nuestra población infantil, mientras ocupamos el número 16, entre los países con más miseria del mundo, a pesar de que ocupamos el sexto ingreso per cápita (PIB) más alto de América Latina, si se tiene en cuenta nuestro poder adquisitivo.
Uno entonces se pregunta, ¿qué es lo que ha hecho la clase política que nos gobierna, y la que nos ha gobernado? Y la respuesta es obvia, se ha gobernado para los de arriba, olvidándose de los que están abajo.
Y este es el gran desafío que tiene por delante el próximo gobierno del Dr. Leonel Fernández. Redistribuir equitativamente entre todos los dominicanos, las riquezas que el país produce.
Comparando a 90 países, dice el Banco Mundial, que la República Dominicana es el país donde el 1% de las personas con ingreso más alto, percibe la mayor proporción del ingreso bruto nacional, es decir, que reciben el 30.5%, teniendo una participación que supera entre 2 y 5 puntos porcentuales a México, Chile y Brasil. Y esto es lo que hay que cambiar en el país, y no gobernar solo para los ricos.
El mayor nivel de pobreza en la República Dominicana se concentra en 5 provincias fronterizas con Haití. Ellas son: Elías Piña, Bahoruco, Monte Plata, San Juan de La Maguana y el Seybo. Y las 5 provincias con menor grado de pobreza que tenemos en el país son: el Distrito Nacional, la provincia de Santo Domingo, Santiago, Monseñor Nouel y la Romana.
Las demás provincias solo subsisten, en la lucha diaria por la subsistencia. Y eso es lo que tenemos que cambiar en el país.
Nuestra nación necesita llevar a cabo un proyecto para su desarrollo integral, impulsado por un gobierno comprometido con la prosperidad de la gente. Un proyecto que contemple modernizar nuestras instituciones públicas, para ponerlas al servicio del desarrollo de la nación.
Las entidades del Estado no pueden seguir siendo fuente para el enriquecimiento ilícito, es decir, para el saqueo y el robo descarado de los dineros que el pueblo paga en tasas e impuestos.
El Estado no puede seguir siendo un pedestal para corruptos y ladrones. No puede seguir siendo un botín de guerra para políticos desalmados, que frente a la impunidad de la que han gozado siempre, se pasean como verdaderos señores, mientras el país presenta cifras inaceptables, de inequidad social y de pobreza extrema.
Para trabajar y contribuir en la corrección de estos y otros males que afectan al país, fue que nació el PARTIDO DEMOCRATA INSTITUCIONAL -PDI-, bajo las orientaciones del Dr. José Francisco Peña Gómez.
Los años han pasado de manera indetenibles, compañeras y compañeros, y es ahora, cuando por fin, se avista en el horizonte político esta posibilidad con la que hemos soñado, con el retorno al Poder del Dr. Leonel Fernández, un hombre que ha sido 3 veces presidente, que hizo grandes obras que nadie puede ocultar, y que estamos seguros de que, con la experiencia acumulada, ahora se apresta a regresar al poder para hacer su mejor gobierno, un gobierno que transforme la vida de millones de dominicanas y dominicanos, que hoy en él, es que tienen depositada su confianza.
Con la nueva metodología que aplica el gobierno para medir el bienestar de la población, los hogares integrados por 3 personas y cuyos ingresos sean inferiores o igual a los $22,176 pesos mensuales, son considerados personas pobres.
Bajo este parámetro hoy tenemos más de 3 millones de dominicanos y dominicanas, viviendo en la pobreza y en la pobreza extrema, estando amenazadas estas familias de empeorar su situación aún más, debido al incremento constante de los precios en los productos de la canasta familiar, de los medicamentos, de la ropa, de los libros, de la electricidad, de la gasolina y del transporte público.
Un verdadero desastre.
Y lo peor de todo es que, a 62 años de vivir nuestro pueblo en esta llamada democracia, el 85% del total de la riqueza que produce el país, se queda en manos del 15% de la población, siendo la brecha entre ricos y pobres cada vez más exagerada, y esto NO puede continuar así.
Necesitamos hacer con URGENCIA una verdadera reforma fiscal en el país, que obligue a redistribuir mejor la riqueza que producimos.
El dinero de los ricos no debe quedarse fuera en los paraísos fiscales para evadir el pago de los impuestos, porque eso se llama robarle al pueblo.
Los que hoy nos gobiernan prometieron un CAMBIO en el 2020.
Y la gente se pregunta …. ¿Y el cambio, dónde está?
¡¡¡Todo indica que el Cambio era, de reversa!!!
Prometieron: garantizar la seguridad ciudadana. Bajar el alto costo de la vida. Bajar el desempleo. Disminuir la deuda externa. Controlar el gasto público. Bajar el precio de la gasolina. Eliminar los apagones. Combatir el narcotráfico, pero se les fue el tiempo y no han hecho casi nada. Y me parece les ha cogido lo tarde. Y con un pueblo frustrado, que se siente traicionado y engañado, es obvio que puede hoy asegurarse, que, en el 2024, ¡E’ PA FUERA QUE VAN!
Un grupo de los llamados “POPIS” dirigen hoy el país. Ocupan altas posiciones públicas y parecen no estar viendo lo que está sintiendo el pueblo. Y al presidente de la República le dicen que todo marcha bien. Que equivocados están.
La mayoría de los funcionarios del gobierno NO tratan bien a sus viejos amigos, ni a sus propios compañeros de partido. Hacen muy poco caso a los consejos. Se han encampanado. Mientras no han sido capaces ni siquiera de organizar el tránsito del Gran Santo Domingo, ni de administrar correctamente el Metro.
Hablar del servicio 9-11 es una verdadera lástima. En tan solo 3 años lo han dejado colapsar. Decenas de vehículos-ambulancia casi nuevas destrozadas, exhibiendo una irresponsabilidad en el uso de los recursos del estado, que causa una profunda tristeza. Puede decirse, que el sistema del Servicio 9-11, está convertido hoy en una porquería.
Por otro lado, la seguridad ciudadana sigue en precario. La delincuencia parece haberle ganado el pleito al gobierno. Usted sale -de día o de noche- a las calles de los barrios del Gran Santo Domingo, y no se encuentra en su recorrido con un solo vehículo policial cuidando a la gente.
Hace 50, 40, 30, 20 años atrás, que nuestros barrios y sectores eran cuidados celosamente por las llamadas “patrullas policiales”.
Estas patrullas motorizadas andaban en sus carros llamados CEPILLOS o en los llamados PANGOLA por el color de su pintura verde y blanco”, y patrullaban bien armados, cuadra por cuadra, los barrios del llamado hoy Gran Santo Domingo. Entonces la delincuencia estaba frenada, porque la policía de esa época se hacía respetar.
Compañeras y compañeros, afinadas a partir de hoy las cuerdas de este instrumento de lucha política que se llama PDI, nos lanzaremos a las calles, a trabajar, para contribuir con nuestro esfuerzo al ascenso al poder del Dr. Leonel Fernández para quien pido ponerse de pies para que le tributemos un fuerte aplauso.
Compañeros y compañeras, la República Dominicana es un país que ha acumulado una enorme deuda social, y presenta atrasos inadmisibles en la era de la ciencia, de la tecnología y del conocimiento. Hay profundas asimetrías en la distribución de la riqueza nacional, y esto también tiene que cambiar.
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El 50% de nuestros jóvenes expresan al ser consultados, que quieren marcharse a otras tierras. Porque no ven futuro aquí en el país donde han nacido, y donde nacieron también sus padres y sus abuelos.
Es por eso por lo que el 25 % de todo el que ha nacido en la República Dominicana vive hoy fuera del país, trabajando en lo que sea, para mandarle remesas a sus familiares pobres que han quedado aquí.
Cerca de 10 mil millones de dólares al año envían estos hermanos dominicanos al país, por diferentes vías, sin que el gobierno les tome en cuenta para nada. Y eso no debe de seguir así.
Cerca de 3 millones de dominicanos son exiliados económicos en los Estados Unidos, en Canadá, en Europa, en Asia, en Medio Oriente.
Estamos dispersos en más de 40 Estados de los Estados Unidos. Estamos en España, Francia, Portugal, Suiza, Italia, Alemania, Corea, Japón, china y otros países.
Todos los dominicanos amamos nuestra tierra, pero a muchos se les impide vivir aquí. Se ejerce contra ellos lo que podría llamarse una VIOLENCIA PASIVA, y eso tiene que terminar.
Finalmente, compañeros y compañeras, en los meses de febrero y mayo del próximo año 2024 celebraremos elecciones en el país.
Nos avocamos a elegir nuevas alcaldías, un nuevo Congreso y presidente de la República.
Nosotros, quienes fuimos discípulos del Dr. José Francisco Peña Gómez, estamos precisados a olvidar algunas diferencias políticas del pasado, y cerrar filas dentro del ejército de hombres y mujeres que en todo el país y también fuera, están trabajando para regresar al poder al Dr. Leonel Fernández, quien tendrá la tarea de conducir al país nueva vez, por los caminos de la prosperidad.
Nosotros estamos convencidos de que, en las actuales circunstancias, cuando la nave del Estado se tambalea en el proceloso mar de la incapacidad y la impericia, un capitán con experiencia es la mejor decisión política. Y ese capitán que requiere con urgencia la nave del Estado, lo es el Dr. Leonel Fernández Reyna.
Es por ello, compañeras y compañeros, que instruyo a todos los dirigentes y simpatizantes de nuestro Partido, para que, con la fe puesta en Dios, el creador del universo, a partir de hoy nos lancemos por todo el país, a recorrer los caminos, las carreteras, los valles y las montañas, diciéndole a nuestro pueblo, que ha llegado la hora de hacer, UN VERDADERO CAMBIO.
¡Para decirle a todo el país, que ya llegó la hora final para CAMBIAR LA HISTORIA de nuestra patria, y que ese cambio lo representa, el Dr. Leonel Fernández Reyna
DIOS, PATRIA y LIBERTAD
