El ministro de Defensa, Yoav Gallant, también elogió la venta, describiéndola como crucial para mantener la ventaja militar de Israel en la región. La venta incluye aviones F-15 por $18,820 millones, misiles, cartuchos para tanques, morteros y vehículos tácticos.
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Por su parte, el grupo palestino Hamás criticó duramente la venta, acusando a EE.UU. de ser cómplice en una “guerra de genocidio” contra su pueblo y prometiendo continuar su lucha contra Israel.
La aprobación del paquete llega en un contexto de creciente tensión en Oriente Medio, con temores de represalias por recientes asesinatos de líderes de Hamás y Hizbulá. La Administración Biden ha tenido que equilibrar su apoyo a Israel con presiones para mitigar la crisis humanitaria en Gaza.
