El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aterrizó en Brasilia tras una estancia de varios meses en Estados Unidos, que inició al perder las elecciones presidenciales contra Luiz Inácio Lula da Silva. Bolsonaro dijo en sus últimas declaraciones que no lideraría la oposición, sino que colaboraría con su agrupación política. Con su llegada al país también tendrá que gestionar las causas en su contra.
El ex jefe de Estado aterrizó a las 6:38 de la mañana en el aeropuerto de Brasilia tras nueve horas de vuelo desde Orlando, la ciudad del parque temático Disney, a la que llegó el 30 de diciembre, dos días antes de la fecha en que debía entregar el poder a Luiz Inácio Lula da Silva.
Cientos de simpatizantes vestidos de amarillo y verde corearon canciones mientras esperaban en la capital del país, Brasilia, donde el líder de ultraderecha es objeto de varias investigaciones. El secretariado de seguridad del Distrito Federal movilizó a cientos de policías y la Explanada de los Ministerios se cerró para evitar aglomeraciones de partidarios de Bolsonaro.
Bolsonaro se marchó de Brasil justo antes de que terminara su mandato. Al hacerlo, rompió con la tradición de entregar la banda presidencial a su sucesor, Luiz Inácio Lula da Silva, que ganó las elecciones de octubre por el margen más ajustado desde el regreso de Brasil a la democracia unas tres décadas antes.
Durante su estancia en Estados Unidos, Bolsonaro mantuvo un bajo perfil en general, aunque ofreció varios discursos a expatriados brasileños y conservadores, uno de ellos en la Conferencia de Acción Política Conservadora en Maryland.