Nichol Lechmanik, la fotógrafa y paparazzi con la que tuvo un altercado Kanye West a finales del pasado mes de enero, ha interpuesto finalmente una demanda contra el rapero por agresión, violencia y negligencia después de que fuese grabado cogiéndole de su mano el teléfono móvil y arrojándolo a la calle.

La fotógrafa ha asegurado en una rueda de prensa en la que ha explicado su demanda, a la que han tenido acceso medios norteamericanos como Variety, que únicamente estaba haciendo su trabajo como reportera gráfica de celebrities cuando Ye se molestó por seguirle y se mostró alterado al dirigirse a su vehículo.

“Metió la mano en mi coche como si fuera a golpearme, me quitó el teléfono de la mano y luego, cabreado, lo lanzó a la calle”, ha declarado Lechmanik este jueves. “Me dio tanto pánico que no he sido la misma desde entonces”, ha añadido.

Es por ello que se ha personado ante el Tribunal Superior del condado de Ventura, cerca de Los Ángeles, California, para presentar la demanda esta semana, a pesar de que previamente se había negado a presentar cargos contra el rapero, después de una investigación que abrió la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Ventura tras la llamada de la fotoperiodista freelance al número de emergencias. También presentó entonces un informe policial.

Demanda

Ahora, sin embargo, en su demanda, la paparazzi busca una compensación por daños y perjuicios, alegando que sufrió “un gran dolor mental y emocional”, lo que le impidió hacer su trabajo durante largo tiempo, por lo que sufrió una considerable “pérdida de ingresos”.

En la demanda se afirma que la conducta de Ye fue “voluntaria, desenfrenada y con malicia”. De ahí que Lechmanik detalle que cuando antes se enfrentó a otro paparazzi, Kanye mantuviese la mano en un bolsillo, lo que le dio la sensación de que tenía un arma, lo cual también está grabado, así como que se acercó a ella, que estaba en el asiento del conductor, al grito de “No me vais a atropellar así” y que no salió del coche porque “tenía miedo del acusado”.

“Si te digo que pares, paras de grabar”, añadió Ye. “Dada la reputación de violencia contra los paparazzis del acusado Ye, su historial de dañarlos físicamente y en base a su lenguaje corporal de tono amenazador, la demandante temió por la seguridad de los fotógrafos”, se lee en la demanda.