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Kevin Durant acaparó este domingo el protagonismo en las horas previas con su traspaso a los Houston Rockets, quizá su último tren para aspirar a un nuevo anillo en el baloncesto de la NBA.
De 36 años y considerado entre los tres mejores jugadores de su generación junto a LeBron James y Stephen Curry, Durant dejará los Phoenix Suns y aterrizará en los Rockets a cambio de Jalen Green, Dillon Brooks, el número 10 del draft de este año y cinco elecciones de segunda ronda, adelantó Shams Charania, el ‘insider’ de ESPN.
Durant, al que le queda una temporada de contrato por 54,7 millones de dólares, era a priori la pieza más codiciada del mercado de fichajes de este verano junto a la posible salida de Giannis Antetokounmpo de los Milwaukee Bucks.
La noticia del traspaso del alero se dio a conocer siete horas y media antes de que el Paycom Center de Oklahoma City acoja el séptimo y definitivo encuentro de las Finales entre los Thunder y los Indiana Pacers.
Pero hasta que el balón esté en el aire, gran parte de la conversación en las próximas horas en la NBA girará en torno a Durant y sus aspiraciones al título en los Rockets.
De hecho, la noticia le pilló a Durant en medio de un evento del Fanatics Fest de Nueva York junto a la periodista Taylor Rooks.
Vídeos en las redes sociales mostraron a los fans asistentes a ese acto avisando a gritos al jugador de su traspaso a Houston. «Veremos, veremos…», dijo Durant con una sonrisa como primera reacción sobre el escenario.
Con Ime Udoka como entrenador, Houston acabó segundo esta temporada en el Oeste (52-30) solo por detrás de los Thunder (68-14).
En la plantilla que recibirá a Durant destacan nombres como Alperen Sengun, Amen Thompson, Fred VanVleet, Jabari Smith Jr., Tari Eason o Steven Adams.