Euronews.-Ha sido una larga noche en Jersón, una de las zonas más devastadas por la guerra en Ucrania. Los bombardeos rusos han destruido una docena de autobuses y una excavadora de los equipos de rescate, que siguen desbordados tras el derrumbe de la presa de Kajovka el pasado 6 de junio.

Decenas de pueblos siguen inundados y miles de personas necesitan ayuda cada día. Pero recibir agua y alimentos no es la única de las preocupaciones de la población local. La gran ola que inundó todo tras la rotura de la presa también ha arrastrado una enorme cantidad de minas.

“El río es peligroso, muy peligroso”, se lamenta un hombre.

“La gente dice que arrastra minas hasta la hierba. Nos da miedo ir allí. Hay una bomba de agua que funciona, pero da miedo ir”, añade una mujer, junto a un camión de distribución de agua potable.

La ONU ha acusado a Rusia de bloquear el acceso a las zonas bajo su control afectadas por las inundaciones.

Ucrania afirma haber recuperado la localidad de Pyatykhatky

Mientras tanto, la contraofensiva continúa. Ucrania asegura haber recuperado ya 113 kilómetros cuadrados de territorio y ocho localidades, la última Pyatykhatky, cuya reconquista fue anunciada este mismo lunes.

Rusia ha informado de 7 heridos en bombardeos ucranianos en la región rusa de Belgorod.