La cantante norteamericana Beyoncé regresó a los escenarios luego de cuatro años de ausencia.
La intérprete de “Hello” realizó un concierto en el hotel Atlantis The Royal, de Dubái. El resort de lujo preparó una fiesta de inauguración durante todo el fin de semana, bautizada como como «Grand Reveal Weekend», con una lista de invitados VIP y una “actuación única en la vida”, aunque sin dar el nombre de la artista.
Tal y como recoge el medio El Debate.com, la cantante hizo una entrada sorpresiva y triunfal con un vestido amarillo brillante, con detalles en forma de escamas, de Atelier Zuhra.
El vestido personalizado presentaba un corpiño estilo bustier con paneles transparentes y una falda cortada con dos aberturas laterales en el centro. Comenzó el set musical con At Last de Etta James e interpretó en total 19 temas.
Entre el público estaban sus padres, Tina Knowles y Mathew Knowles, su esposo Jay-Z y sus hijos, Blue Ivy, Rumi y Sir Carter.
Blue Ivy Carter, de 11 años, se unió a ella en el escenario para interpretar a dúo Brown Skin Girl. La niña vestía un blazer rojo con lentejuelas y pantalones a juego.
Su performance de 90 minutos alegadamente costó 24 millones de dólares (22 millones de euros), según informa el medio británico Sky News. Entre el público, se encontraban numerosas estrellas como Kendall Jenner, Liam Payne, Ronan Keating y el editor británico de Vogue Edward Enninful.
La artista, que lanzó en 2022 su último disco “Renaissance”, el cual está nominado al Grammy, no cantó ninguna de las canciones del elogiado disco.
Algunos rumores apuntan a que la homosexualidad es ilegal en los Emiratos Árabes Unidos y se considera un delito punible con la muerte. Esto, porque el disco “pretendía ser una carta de amor a la comunidad de la música dance negra y queer“.
