Redacción. Millones de latinoamericanos observan los contratiempos del sector financiero en Estados Unidos y Europa, y las posibles consecuencias que ese percance inesperado en la banca podría tener en sus bolsillos este 2023.
Organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) no estiman riesgo inminente de un efecto dominó desde la potencia del norte a la región. “Tenemos la resiliencia para enfrentar este tipo de shocks”, expresó el economista jefe del organismo multilateral en Washington, Eric Parrado.
No obstante, la situación puede impactar al bajo crecimiento proyectado por el organismo “si esa turbulencia se prolonga” al actualizar las expectativas para la región la semana pasada en la cumbre de gobernadores en Panamá.
Así mismo, la subida de un cuarto de punto porcentual anunciada por la Reserva Federal de Estados Unidos este miércoles, con lo que los intereses por prestamos oscilan entre el 4,5 % y el 5 %, ha encarecido el dinero en Latinoamérica para todo tipo de transacciones y créditos.
El exdirector gerente del Banco Mundial, Juan José Daboub, afirmó que por el momento, todo indica que la remecida del sector financiero de hace dos semanas se pudo contener con las intervenciones oportunas de las autoridades monetarias.
“Nuestra América Latina, debido a muchas situaciones como estas que se dieron en los años 60, 70, y 80, con eventos sistemáticos en los sectores monetarios y fiscales, ha ido aprendido las lecciones (…) y la regulación existente en nuestros países ha ido mejorando y se ha ido integrando a los mercados más desarrollados”, manifestó Daboub.
Igualmente, Daboub agrega que “indiscutiblemente cada vez que hay movimientos en los mercados causados por los problemas de los bancos y los precios se empiezan a mover, cualquiera de los demás bancos en el mundo y en particular de América Latina van a tener algún impacto”.
