lunes, mayo 20, 2024

Los riesgos del vapeo: qué pasa cuando los químicos aromatizantes se calientan

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Durante la última década creció el uso de dispositivos de vapeo, que también se conocen como cigarrillos electrónicos, plumas de vapeo y cachimbas electrónicas, y que se presenta en distintas formas y tamaños. Algunos parecen cigarrillos, cigarros o pipas tradicionales. Otros tienen la forma de objetos cotidianos, como bolígrafos o memorias USB.

Una nueva investigación realizada por científicos de Irlanda y Japón demostró que cuando los e-líquidos de los dispositivos de vapeo se calientan para ser inhalados, se produce sustancias potencialmente nocivas para el organismo humano.

Contienen sustancias químicas como glicerina vegetal, propilenglicol, nicotina y aromatizantes, mezclados en distintas cantidades. Ya experimentos anteriores habían demostrado que algunos vaporizadores con sabor a fruta -como los de fresa, melón y arándano- producen compuestos peligrosos llamados carbonilos volátiles.

Esos compuestos están asociados al aumento del riesgo de desarrollar la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.

El estudio fue publicado en la revista Scientific Reports, y destacó la necesidad de que se deben adoptar políticas de salud pública para la regulación de los vaporizadores aromatizados.

“El uso del vapeo con aromatizantes es un tema que está en auge por las implicancias negativas que tiene para la salud humana, aunque la industria intenta mostrar que vende un producto de riesgo reducido y eso es algo totalmente falaz”, dijo a Infobae Sandra Galarza, médica cardióloga y miembro del Consejo de Prevención Cardiovascular de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC).

De acuerdo con la experta, “el estudio realizado por los investigadores de Irlanda y Japón es muy bueno. Los pulmones de las personas están diseñados para recibir oxígeno. No deberían recibir sustancias nocivas como las que se identifican en el trabajo”.

En mayo del año pasado, la Organización Panamericana de la Salud había informado que el porcentaje de la población consumidora de tabaco en América disminuyó del 28% al 16,3% entre 2000 y 2020. Pero alertó que los productos novedosos y la información engañosa de la industria tabacalera dirigidos sobre todo a los jóvenes estaban amenazando esos avances.

Los cigarrillos electrónicos son una de las formas más comunes de administración de nicotina en la actualidad. Sus emisiones contienen nicotina y otras sustancias tóxicas que son nocivas tanto para los usuarios como para quienes están expuestos a ellas, apuntó la OPS.

También la agencia sanitaria sostuvo para enfrentar el peligro que representan esos productos para la salud “es fundamental que los países pongan en marcha políticas para evitar su consumo, especialmente en la juventud, ya que pueden convertirse en la puerta de entrada al consumo de tabaco”.

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