El presidente francés, Emmanuel Macron, se dará hasta mediados de agosto, cuando terminan los Juegos Olímpicos de París, para nombrar a un primer ministro, desatando así la indignación de la izquierda que acaba de proponer una candidata a la jefatura de Gobierno tras casi tres semanas de negociación, se supo este martes (23.07.2024).
“Hasta mediados de agosto nos centraremos en los Juegos y luego nombraré un primer ministro (…) No estamos en la situación de poder cambiar las cosas porque eso crearía un desorden”, dijo Macron en una entrevista televisada, la primera que da desde las legislativas anticipadas (30 de junio y 7 de julio), convocadas el 9 de junio por la clara victoria de la ultraderecha en las europeas.
Una hora antes de su aguardada entrevista en France 2, el izquierdista Nuevo Frente Popular (NFP) había presentado a la alta funcionaria del Ayuntamiento parisino Lucie Castets (37 años) como candidata consensual a dirigir el gobierno.
“La cuestión no es esa”, respondió Macron cuando le preguntaron sobre la idoneidad de Castets, cofundadora también de la asociación ‘Nuestros Servicios Públicos’, que defiende la educación, sanidad y viviendas públicas.
En un régimen presidencialista como el francés, Macron tiene la potestad de nombrar a la jefatura de gobierno, una decisión que tradicionalmente ha sido acorde con las mayorías en la Asamblea Nacional.
Triunfo del NFP “no es suficiente”
Aunque el NFP logró la victoria, el jefe de Estado considera que esta no es lo suficientemente amplia para poder dirigir el país de manera estable.
Actualmente, la alianza progresista dispone de unos 200 diputados, por delante del grupo macronista (160), y del ultraderechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen (140), aunque son cifras aproximadas en función de diputados independientes pero de ideología similar a esos grupos.
Para Macron, la lección de las legislativas es que “nadie puede aplicar su programa”, por lo que instó a las fuerzas que montaron un cordón sanitario contra el RN en las legislativas (el NFP y el centro macronista, sobre todo, junto a la derecha conservadora) a trabajar juntos.
“La cuestión es qué tipo de mayoría puede haber en la Asamblea para que un gobierno francés pueda aprobar reformas, aprobar presupuestos del Estado y hacer avanzar el país”, se interrogó.
A tres días de que los Juegos Olímpicos den su pistoletazo de salida en París, el dirigente destacó que en la organización de este evento cooperaron una alcaldía socialista, una región con presidencia conservadora y un gobierno estatal de centro, dando a entender que desea un Ejecutivo similar.
Los líderes del NFP, que engloba La Francia Insumisa, socialistas, comunistas y ecologistas, reaccionaron con indignación a las declaraciones de Macron.
“El presidente niega el resultado de la elección y nos quiere imponer, a la fuerza, un nuevo frente republicano y obligarnos a renunciar a nuestro programa al aliarnos con él. No lo haremos. Respeta el voto de los franceses. O nos aceptas o te vas”, clamó Jean-Luc Mélenchon, líder del contestatario La Francia Insumisa, la fuerza mayoritaria de la izquierda.
“Cuando convocas unas elecciones que pueden terminar en el caos, respetas los resultados. La negación es la peor de las políticas, esa que lleva a la política del desastre”, dijo, por su parte, el líder socialista, Olivier Faure.