jueves, abril 17, 2025

Más de 1.300 muertos en Turquía y Siria tras un terremoto de magnitud 7,8

Redacción. –  La tierra tembló de madrugada en Turquía y Siria con una violencia apenas vista en el último siglo. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos el terremoto ha alcanzado una magnitud 7,8 en la escala de Richter, reduciendo miles de edificios a escombros y provocando más de 1.300 muertos.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha informado de que en su país hay al menos 912 muertos y más de 5.300 heridos. “No sabemos cuánto se elevará el número de vidas pérdidas”, ha reconocido el presidente, debido a que todavía queda un gran número de personas entre los escombros de los más de 2.800 edificios que se han venido abajo y a las violentas réplicas y nuevos temblores que se están produciendo (el último, a las 13.24, de magnitud 7,6).

En Siria, se han notificado de momento 320 fallecidos en áreas del país controladas por el Gobierno de Damasco y otros 147 en zonas del noroeste en manos de la oposición. Además, hay centenares de heridos.

Se trata del mayor terremoto registrado en los dos países como mínimo en casi tres décadas, según sus respectivos observatorios sismológicos. Erdogan ha elevado mucho más la dimensión de lo ocurrido. Se trata, según las palabras del presidente, de “la mayor tragedia del último siglo desde el terremoto de Erzincan en 1939″. El movimiento se ha sentido con fuerza en 14 países, entre los que se encuentran Líbano, Israel, Chipre y Jordania.

“Nuestra prioridad es sacar a las personas atrapadas bajo los edificios derrumbados y trasladarlas a los hospitales”, ha dicho el ministro del Interior turco, Suleyman Soylu, que ha anunciado la declaración del nivel más alto de alarma. También se ha puesto en estado de alerta a las Fuerzas Armadas en la zona para participar en lo que sea necesario y han establecido un corredor aéreo para la llegada de material y ayuda humanitaria.

“Estamos recibiendo notificaciones de muchos lugares, nuestros equipos de salvamento han sido enviados a la zona, se están preparando y enviando aviones de carga”, añadió el ministro. Según el gobierno turco, ya hay 9.000 efectivos de equipos de rescate desplegados sobre el terreno e irán aumentando en las próximas horas a medida que lleguen los equipos de otras provincias y otros países.

Ankara ha emitido una petición de ayuda internacional y varios gobiernos han respondido ya: el presidente de EE UU, Joe Biden, ha puesto a disposición de Turquía la ayuda de la agencia USAID y el vecino Azerbaiyán ya ha enviado a 370 efectivos de protección civil. La Unión Europea también se ha comprometido a prestar asistencia y los de Países Bajos y Rumanía ya están en camino.

La presidencia de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), encargada de coordinar las operaciones de búsqueda y la ayuda a los damnificados, ha reconocido que hay “un gran número de edificios dañados”. “Pedimos a la población que, especialmente en las próximas horas, no entre a los edificios afectados”, dijo Orhan Tatar, representante de AFAD.

Numerosas viviendas, muchas de siete u ocho plantas, se han convertido en montones de escombros sobre los que los equipos de emergencia y los propios vecinos trabajan retirando cascotes. Las labores se llevan a cabo en condiciones meteorológicas muy difíciles, pues Turquía sufre una fuerte borrasca con lluvia y fuertes vientos que han obligado a la cancelación de vuelos. En la zona del terremoto, las temperaturas no superan los 5 °C y localidades como Malatya, donde hay más de un centenar de edificios destruidos, están cubiertas de nieve.

La agencia oficial SANA, citando a un funcionario del Ministerio de Sanidad, afirmó que según las “primeras estimaciones” se han producido al menos 320 muertos y que más de 1.000 personas han resultado heridas en las áreas de Alepo, Hama y Latakia bajo control del Gobierno de Damasco. El Ministerio de Defensa ha anunciado la movilización de todas las unidades para asistir a los afectados, efectuar tareas de búsqueda y rescatar a los que estén aún bajo los escombros. Y el Ministerio de Petróleo y Recursos Minerales ha comunicado el cierre de la mayor refinería de petróleo del país, Banias, por “daños en las instalaciones”. El Ministerio asegura que la instalación volverá a operar en menos de 48 horas.

En Damasco, la capital siria, y en las dos principales ciudades libanesas, Beirut y Trípoli, varias personas salieron a las calles al sentir el temblor y muchas huyeron en coche. Horas más tarde, el ministro libanés del Interior, Basam Maoulaoui, ha señalado que ningún edificio se ha derrumbado, aunque ha exhortado a los habitantes de inmuebles antiguos a evacuarlos “si ven fisuras, para evitar una nueva catástrofe”, informa Antonio Pita.

Turquía está situada en una de las zonas sísmicas más activas del mundo. El último gran seísmo, conocido como el terremoto de Izmit, ocurrió el 17 de agosto de 1999 y tuvo una magnitud de 7,6 que dejó más de 17.000 muertos. En 2011, sendos terremotos en la provincia de Van, mataron a más de 700 personas. En octubre de 2020, otro terremoto de 6,9 causó 26 muertos y 800 heridos en la costa turca del mar Egeo y las cercanas islas griegas.

En los últimos años, Turquía había implementado medidas para mejorar la preparación y respuesta ante los desastres sísmicos, entre los que se ha incluido la construcción de edificios resistentes al terremoto, si bien no todo el parque inmobiliario ha sido sustituido. La falta de inspecciones también hace que no pocos constructores se salten las normativas.

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