La Inteligencia Artificial (IA) no puede suplantar en el campo de batalla a la toma de decisiones de los seres humanos, debido a que carece de conciencia de sí misma, se argumenta en un artículo publicado por PLA Daily, el diario oficial del Ejército Popular de Liberación de China.
“La IA […] debe apoyarse en la subjetividad humana, a través del híbrido hombre-máquina para mejorar la eficacia y el nivel de mando de combate”, sostiene el articulo, señalando que la IA es en esencia un “cerebro en un tarro”, que siempre se enfrentará al problema de la ausencia de conciencia.
No distingue entre el bien y el mal
El artículo señala que lo ideal es un sistema de mando basado en la autonomía humana, donde los humanos son los responsables de la planificación y desarrollo de las tácticas de guerra, y la tecnología se encarga de la ejecución y operación, además de proporcionar información importante. “La autonomía es el símbolo único de la existencia humana como ser humano, y no se puede permitir que el poder de tomar decisiones libremente se transfiera a las máquinas”, subraya la publicación.
Asimismo, explica que, dado que no tiene capacidad de autocrítica, la IA debe ser entrenada por el ser humano para obtener nuevos conocimientos, actualizarse y mejorar. “Los humanos con espíritu autocrítico pueden […] evaluar y criticar las decisiones de mando. En la autocrítica continua hacen constantemente ajustes al programa de combate o incluso eliminan el programa original y forman uno nuevo”, explica.
También se subraya que la máquina no puede hacerse cargo de sus decisiones y rendir cuentas de sus errores. “El comportamiento inteligente que muestra la IA no se puede interpretar, y no hay forma de que distinga entre el bien y el mal, lo que imposibilita que se le ceda el derecho a tomar decisiones”, destaca.