NEW YORK.- Trinity Rowles, joven atacada por un perro de raza Pit Bull de su padre, quien la agredió luego de tener una discusión. Tras este ataque, Trinity se sometió a diversas operaciones.
“Cuando llegó la policía, recuerdo que me estaban subiendo a una camilla y escuché a mi papá gritar ‘Solo hazlo’ antes de que se escucharan disparos”, dijo Rowles.
Desde septiembre del año pasado hasta ahora, Rowles se ha sometido a cuatro cirugías. Una de las operaciones consistió en la extracción de su piel, la cual se usó de la parte superior de la frente y el cuero cabelludo, por lo que ahora le está saliendo cabello de la piel de su nariz reconstruida.
Según su relato, el perro le mordió la punta de la nariz, le clavó los dientes en los brazos y la arrastró por el suelo en un ataque muy extraño.
“Irish” era el perro de rescate de su papá, quien lo había tenido durante cinco años y era como un “gran osito de peluche”, adorable y muy suave. Siempre salía a verlo, e incluso lo cuidaba cuando mi papá estaba fuera de la ciudad”, añadió Trinity.
Discusión desencadenó ataque
El ataque ocurrió después de que ella y su padre discutieron, creando un “ambiente acalorado” que pudo haber desencadenado el agresivo comportamiento del canino.
“Este tipo de razas son muy emocionales, y ponerlos en situaciones emocionales y de alto conflicto no es lo mejor para ellos. Los animales solo pueden comunicarse de muchas maneras”, dijo Rowles.
De un momento a otro se le fue encima y comenzó a comerse su nariz, y aunque su papá la puso en posición fetal e hizo todo lo posible para protegerla, el perro la seguía mordiendo.
“Luego se aferró a mi brazo y comenzó a jugar tira y afloja con él como si mi brazo fuera un juguete, y la arrastró por el patio”, retuvo Rowles. “Entonces, de repente, como el movimiento de un interruptor, Irish simplemente se alejó y se sentó en las escaleras del porche”.
El padre de Rowles y los vecinos vinieron a auxiliar a la familia por lo que llamaron a la policía y una ambulancia. Sin embargo, mientras esperaban que llegara la ayuda, su papá trajo a Irish adentro.
“Cuando llegó la policía, recuerdo que me estaban subiendo a una camilla y escuché a mi papá gritar ‘Solo hazlo’ antes de que se escucharan disparos”, aseguró Rowles.
Aunque dicho ataque solo duró unos minutos, la víctima expresó que sintió como si fuera el tiempo más largo de su vida.
“Durante el ataque, era como si estuviera dentro y fuera de la realidad. Mi lucha o huida se inició, pero aún sabía lo que me estaba pasando, sabía que me estaban atacando y mordiendo, pero solo hasta cierto punto. Podía sentir el dolor, pero no tenía idea del alcance de las lesiones”.
Reflexión
Tras el lamentable hecho, estuvo en el hospital durante cuatro días, aunque volvió contantemente para someterse a diversas cirugías. Ahora Rowles tiene mucho miedo de los perros y además le ha costado trabajo recuperar la confianza en sí misma debido a que ahora su imagen se ve totalmente diferente.
Sin embargo, asegura que el hecho le dejó una gran lección, a pesar de los cambios faciales y el trastorno de estrés postraumático, Rowles se está enfocando en el lado positivo: una perspectiva diferente de la vida, ya que pudo haber muerto.
