Luego de que se aprobara la resolución 2699 emitida por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), que respalda a Kenia para que dirija y coordine una misión multinacional con la finalidad de apoyar a la seguridad en Haití, han surgido las polémicas de los kenianos.
De hecho, un tribunal keniano extendió el pasado martes una orden que impide al gobierno enviar a cientos de policías a Haití para encabezar una misión con apoyo de la ONU para pacificar el conflictivo país caribeño. La decisión se conoció un día después de que la ONU advirtiera de que la seguridad en Haití, donde pandillas violentas controlan gran parte del país, se deterioró aún más alcanzando niveles récord de criminalidad.
Entre las preguntas y aclaraciones que busca el pueblo keniano, se incluye la afirmación de que Haití está a kilómetros de distancia y no constituye ningún interés para Kenia y que el Servicio Nacional de Policía enfrentará desafíos insuperables en Haití como la barrera del idioma, la diferencia cultural y el terreno desconocido.
Asimismo, aseguran que el servicio nacional de policía keniano tiene problemas de seguridad interna que deberían de solucionar antes de ofrecer ayuda a otro país y que los policías de Kenia carecen de la capacidad necesaria para hacer frente a la situación de seguridad haitiana debido a los fracasos de misiones anteriores.
Ante esas inquietudes del pueblo keniano, el presidente del mencionado país William Ruto, a través de un discurso el 14 de octubre, destacó que la resolución emitida por la ONU que obtuvo una aprobación unánime de los países miembros del Consejo de Seguridad pone en alto a la nación como miembro respetado de la comunidad internacional.
De igual modo, mencionó que el país ha recibido un gran apoyo de otros países que también han contribuido a la misión y ha entablado conversaciones con el presidente de Senegal, Burundi Chad, entre otros, que también han expresado el compromiso de sus tropas y apoyo.