Una caravana formada por unos 3.000 migrantes originarios de países de Centroamérica, Sudamérica y África partió el domingo del estado Chipas, cerca de la frontera entre México y Guatemala, rumbo a EE.UU.
Según medios locales, los migrantes salieron a pie desde el municipio de Ciudad Hidalgo, que está junto a un río que marca la frontera con Guatemala, para llegar a Tapachula, a 40 kilómetros, y proseguir el viaje hacia el norte.
Procuran llegar antes de los comicios
Esta nueva caravana se da a cuatro meses de las elecciones en EE.UU., donde el tema migratorio se intensifica en campaña. En declaraciones a medios locales, algunas personas dijeron que desean llegar al país norteamericano antes de los comicios, porque temen que gane el candidato y exmandatario republicano Donald Trump y cumpla sus amenazas de deportar a migrantes, cerrar las fronteras y restringir todavía más las condiciones de acceso.
“Corremos el riesgo de que nos bloqueen los permisos [para cruzar la frontera]”, aseguró Miguel Salazar, originario de El Salvador.
“Más niños que gente adulta”
Los migrantes suelen organizarse en grupos en un intento de hacer la travesía más llevadera y no ser atacados por bandas o detenidos por funcionarios de inmigración mexicanos.
“Que permitan la pasada porque sí está duro, y vamos con muchos niños, mucha gente con muchos niños, son más niños los que van que gente adulta. Sí, nos gustaría que nos dieran una oportunidad a todos de poder pasar”, declaró el guatemalteco Jonathan Cortés a la agencia Reuters.
La cuestión migratoria suele provocar rencillas entre México y EE.UU. El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó el viernes que enviará una carta a Trump para, entre otras cosas, abordar el asunto de la migración “porque no le están informando bien” sobre ello.
Un día antes, Trump comentó que su país se ha convertido en un “vertedero” de criminales para el resto del mundo, pues “desde todos los rincones de la Tierra” llegan al país norteamericano migrantes ilegales que “vienen de prisiones, cárceles, instituciones mentales y manicomios”, en cantidades “nunca antes vistas”.