Ozempic y su primo para perder peso, Wegovy, superan a otro medicamento para perder peso de larga data que se dirige a la misma hormona asociada con el azúcar en la sangre y el apetito, encuentra un estudio reciente.
Ozempic y Wegovy (semaglutida) promovieron la pérdida de un 10 por ciento o más de peso corporal en un 61 por ciento de las personas que recibían tratamiento para la obesidad y un 23 por ciento que recibían tratamiento para la diabetes tras un año con los fármacos, reportaron los investigadores en la edición del 13 de septiembre de la revista JAMA Network Open.
Leer también: 14 de septiembre; Día Mundial de los Primeros Auxilios
Los estudios han mostrado que perder un 10 por ciento o más del peso corporal proporciona beneficios de salud clínicamente significativos, apuntaron los investigadores.
“Hallamos que la reducción de peso a largo plazo varió significativamente según el agente activo del medicamento, la indicación del tratamiento, la dosis y la persistencia con el medicamento”, señaló el investigador principal, Hamlet Gasoyan, investigador del Centro de Investigación de la Atención Basada en el Valor de la Clínica Cleveland.
El Instituto Nacional del Cáncer financió el estudio.
La liraglutida aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. en 2010 para tratar la diabetes tipo 2 y en 2014 para tratar la obesidad. La semaglutida es más reciente, ya que recibió la aprobación en 2017 para tratar la diabetes y en 2021 para tratar la obesidad.
Ambos medicamentos imitan a la hormona GLP-1, que ayuda a controlar los niveles de insulina y azúcar en la sangre, disminuye el apetito y ralentiza la digestión de los alimentos.
El estudio no incluyó el último medicamento para bajar de peso que entró en la contienda, Zepbound (tirzepatida). Ese medicamento fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. en noviembre de 2023.
En el estudio, los investigadores analizaron datos de casi 3,400 adultos tratados con Ozempic o Saxenda entre 2015 y 2022.
La mayoría de los pacientes recibieron los medicamentos para la diabetes tipo 2: un 40 por ciento de las recetas de semaglutida fueron para este propósito, y un 43 por ciento de las recetas de liraglutida, apuntaron los investigadores. Solo el 11% y el 6% recibieron semaglutida o liraglutida para la obesidad.
El cambio de peso promedio con semaglutida fue de un 13 por ciento en los pacientes con obesidad que siguieron con el medicamento durante un año y de un 7 por ciento para los pacientes con diabetes tipo 2.
En comparación, la liraglutida produjo una pérdida de peso de alrededor del 6 por ciento en los pacientes con obesidad y del 3 por ciento en los pacientes con diabetes tipo 2 que siguieron con el medicamento durante un año.
En general, las personas eran más propensas a perder un 10 por ciento o más de su peso inicial en un plazo de un año si recibían semaglutida, recibían tratamiento para la obesidad, se adherían al programa de medicamentos, tenían un IMC más alto al entrar en el estudio, y eran mujeres, mostraron los resultados.
Las dosis más altas produjeron más pérdida de peso, encontraron los investigadores.
“Nuestros hallazgos podrían ayudar a informar a los pacientes y a los proveedores sobre algunos de los factores clave que se asocian con la probabilidad de lograr una pérdida de peso sostenida de una magnitud lo suficientemente grande como para proporcionar beneficios de salud clínicamente significativos”, señaló Gasoyan en un comunicado de prensa de la Clínica Cleveland. “Tener datos del mundo real podría ayudar a manejar las expectativas con respecto a la reducción de peso con medicamentos GLP-1 y reforzar que la persistencia es clave para lograr resultados significativos”.