Santo Domingo.- El estadístico Pedro Álvarez dijo que la calidad del X censo de población y vivienda es cuestionable debido al número de hogares que quedaron fuera de este. Explicó que el censo tiene que ser de calidad y de oportunidad para que en poco tiempo deje resultados. De igual forma, comentó que una de las primeras cosas que estuvieron mal en el censo fue la cantidad de preguntas que les hicieron a los encuestados.
“Los censos tienen que tener un grado de cobertura, es decir, el número de viviendas que tienen que ser censadas. La calidad del censo es cuestionable dependiendo del número de viviendas que dejaron de censarse”, destacó.
El estadístico también manifestó que el gran fallo de los últimos censos es que se piensa que esta es una operación de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) y no del estado.
Además, sostuvo que los resultados del censo deberían de estar para este año por su naturaleza electrónica. Los censos son una herramienta necesaria para la planificación, este censo ha suministrado datos preliminares.
“Los resultados del censo deberían estar para este año porque esto fue un censo electrónico. La Junta Central Electoral utilizará los resultados del censo del 2010, lo cual es ilógico”, resaltó Álvarez.
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De igual modo, durante la entrevista central del programa Matutino Su Mundo expresó que la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) hace las proyecciones de población regularmente y los datos preliminares de estas proyecciones y los datos del censo se diferencian en menos de 100,000 personas, si comparamos este dato los resultados son de buena calidad.
“De los últimos cinco censos sólo uno se hizo a la hora que tenía que hacerse que fue el del año 2010. Aquí muchas veces no hay continuidad en el Estado, si hubiera continuidad hubieran hecho el censo en el 2020 porque cada diez años hay que hacerlo”, dijo.
Por último, opinó que el censo tiene que ser de calidad y oportunidad. Hay que buscar un mecanismo que le permita al país obtener datos de la población sin tener que hacer operaciones tan costosas como esta. El gran fallo de los últimos censos es pensar que esa operación es de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) y en realidad es una operación del Estado, todo el mundo tiene que estar de acuerdo con el censo.
