Un grupo en Haití que apoya a las personas enviadas a casa desde la vecina República Dominicana está pidiendo a Canadá que dé la alarma sobre las acusaciones de trato inhumano y racista de quienes huyen del caos.
“Es grave y es inaceptable la situación que viven los haitianos en República Dominicana”, dijo Sam Guillaume, vocero de la organización haitiana Grupo de Apoyo para Refugiados y Retornados.
“Es insondable ver tanto maltrato, tanto racismo”, dijo en una entrevista en francés.
Su organización, conocida por el acrónimo francés GARR, tiene su sede en la capital haitiana, Puerto Príncipe. También cuenta con personal que supervisa el tratamiento de los migrantes que República Dominicana ha dejado a lo largo de su frontera con Haití.
En los últimos meses, el grupo ha informado de un fuerte aumento de las autoridades dominicanas deteniendo a haitianos en todo el país y reteniéndolos en condiciones que han generado preocupación entre los grupos internacionales.
Muchos de los haitianos cruzaron ilegalmente a la República Dominicana o se quedaron más tiempo de su visita. Pero GARR alega que una proporción significativa de ellos están siendo enviados de regreso a Haití a pesar de tener visas válidas.
El gobierno de Estados Unidos dice que Haití está al borde de una crisis migratoria, ya que las pandillas violentas se han apoderado de gran parte del país. El gobierno de facto de Haití ha solicitado una intervención militar occidental.
Miles de haitianos han cruzado legal e ilegalmente la frontera hacia República Dominicana, que comparte una isla con Haití, para escapar del aumento del costo de vida, un brote de cólera y la amenaza de secuestro.
