Otra enfermedad causada por un virus pariente del dengue se está propagando en América Latina y el Caribe, y preocupa a las autoridades sanitarias. Es la fiebre Oropouche, una infección viral causada por un patógeno emergente.
Ya se han registrado 8.078 casos confirmados de personas con la fiebre Oropouche desde enero pasado hasta la semana del 24 de julio y 2 de los afectados han fallecido, según informó la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Los casos confirmados se reportaron en Brasil, Colombia, Cuba, Bolivia y Perú.
Ante el avance de la enfermedad en la región, la agencia OPS emitió el cuarto alerta, días atrás, para que los equipos de salud de cada de país refuercen la vigilancia e implementen el diagnóstico de laboratorio para que se identifique a las personas afectadas a tiempo. La primera alerta había sido emitido en febrero pasado.
En Europa también se hacen reuniones de expertos sobre la enfermedad -como la que organizó la agencia sanitaria del Reino Unido recientemente-, ante el riesgo de que se registren más casos importados. España notificó tres casos confirmados de la infección por el virus Oropouche en viajeros que volvían de Cuba.
En la Argentina, aunque aún no se han detectado casos, el Ministerio de Salud de la Nación advirtió que hay “un nivel de riesgo alto para la región de fiebre de Oropouche”. Lo hizo al considerar que ya hay 8.078 casos confirmados y transmisión autóctona del virus en diez estados no amazónicos de Brasil.
Los expertos en enfermedades infecciosas también están siguiendo de cerca el problema. El presidente de la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero (SLAMVI), Alfonso Rodríguez Morales, señaló en diálogo con Infobae: “Existe cierta preocupación sobre la posibilidad de que la circulación del virus de la fiebre Oropouche lleve a más desenlaces fatales en otros países donde se registra circulación autóctona. Ya hubo dos muertes en Brasil”.
Más allá de la circulación local, “se pueden registrar casos importados de Oropouche en otros países, incluso en países sin vectores. Esto ya ocurrió en Italia con un caso procedente desde Cuba”, precisó.
También preocupa -reconoció el especialista, que vive en Colombia- “el impacto que el virus puede tener en las personas que cursan un embarazo. La evidencia actual apunta en esa dirección, por lo cual se están haciendo estudios para confirmar su transmisión materno-infantil”.
En Brasil, desde julio pasado se investigan casos de transmisión de Oropouche de mujeres embarazadas al feto. En ese país, se había producido un brote de Oropouche en Manaus entre 1980 y 1981. Nueve mujeres embarazadas tuvieron la infección y dos de ellas sufrieron abortos espontáneos.
¿Qué es el virus de Oropouche?
El Oropouche (OROV) es un arbovirus perteneciente a la familia Peribunyaviridae. Fue detectado por primera vez en el año 1955, a partir del suero de trabajadores rurales que residían cerca del río Oropouche en Trinidad y Tobago. Luego hubo varios brotes en Brasil hacia fines del siglo pasado.
¿Cómo se transmite?
La fiebre Oropouche es una enfermedad transmitida por vectores que se propaga principalmente entre las personas a través de la picadura de un insecto comúnmente conocido como jején (Culicoides paraensis). El mosquito Culex quinquefasciatus también puede estar involucrado en la transmisión, según la OPS.
¿Por qué hay un brote de Oropouche en América?
Como se trata de una infección emergente, aún hay muchas preguntas pendientes. La doctora Paula Bergero, investigadora en modelos matemáticos y enfermedades infecciosas del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA), que depende del Conicet y la Universidad Nacional de La Plata, contó a Infobae sobre los posibles factores que están influyendo para que haya brotes en América Latina y el Caribe.
La infección tiene tanto un ciclo selvático como urbano. En zona selvática, el virus se encuentra en animales silvestres que aún no están completamente identificados, expresó la científica. Posiblemente, son primates, perezosos y artrópodos. Los insectos infectados solo son los vectores del patógeno.
La circulación de personas que se infectan en áreas naturales sería el mecanismo que mantiene el vínculo entre los ciclos selváticos y urbanos de la infección.
“Al igual que con dengue y otras arbovirosis, en el caso de Oropouche hay que evitar la exposición al vector, eliminando criaderos de mosquitos y artrópodos en los edificios y sus alrededores. También las autoridades sanitarias deben hacer vigilancia del vector y su control. Se debe fomentar que se lleven a cabo investigaciones que permitan identificar la circulación del virus y su impacto en la población”, destacó el presidente de la SLAMVI.
En el sitio TravelHealthPro, de la Red y Centro Nacional de Salud en el Viaje (NaTHNaC) del Reino Unido, aconsejan que las personas que cursan un embarazo “deben consultar con su médico los riesgos potenciales de sus planes de viaje” a zonas con casos de fiebre Oropouche.