Euronews.-Aumenta la intensidad de los combates en el este de Ucrania. Los residentes de la reconquistada Lyman están inquietos ante la posibilidad de una nueva ofensiva rusa en los próximos días. Los lugareños también luchan contra la pobreza.
“Es muy difícil vivir porque no hay trabajo. Ya sabes lo nervioso que está todo el mundo bajo estrés. Toda la gente aquí está nerviosa”, asegura una vecina.
En el campo de batalla, Ucrania sostiene que las últimas 24 horas han sido las más letales de la guerra para las tropas rusas y asegura haber matado a más de 1.000 soldados enemigos, pero la cifra es difícil de verificar.
Mientras tanto, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, ha advertido de que las entregas de armas prometidas por Occidente podrían agravar el conflicto: “Estados Unidos y sus aliados están tratando de prolongar el conflicto todo lo posible Para ello, han iniciado el suministro de armamento pesado ofensivo y han pedido abiertamente a Ucrania que se apodere de nuestro territorio. Tales pasos atraen de hecho a los países de la OTAN al conflicto y podrían conducir a un nivel impredecible de su escalada.”
La última visita de alto nivel a Kiev para reunirse con el presidente Volodímir Zelenski ha sido la del ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius. Berlín ha anunciado que, junto a Países Bajos y Dinamarca, suministrará a Ucrania 178 carros de combate Leopard 1 de la generación previa.
Estos tanques adicionales, que fueron retirados del servicio por el ejército alemán hace dos décadas, tendrán que pasar por un proceso de modernización.
Los aliados de Ucrania han prometido mucho armamento, pero todo lleva su tiempo. De camino desde España hay veinte vehículos blindados de transporte de tropas M113. Están siendo enviados por barco de carga desde Bilbao a una base de la OTAN en Tallin, Estonia, y luego conducidos a la frontera ucraniana.
