Este lunes, una fuente policial confirmó que la red de fibra óptica de varios operadores de telecomunicaciones en Francia fue objeto de actos de vandalismo en seis regiones del país, calificando estos incidentes de “sabotaje”. Aunque la capital, París, que está en el centro de los preparativos para los Juegos Olímpicos, no sufrió daños, los actos se produjeron en los departamentos de Bocas del Ródano, Aude, Oise, Hérault y Meuse.
Según informes de la prensa local, los cables fueron cortados en los armarios de comunicaciones y las instalaciones en las regiones de Meuse, cerca de Luxemburgo, y Oise, cerca de París, fueron vandalizadas, afectando principalmente los servicios de línea fija.
Los operadores afectados incluyen a Free y SFR. Este sabotaje ocurre tras un incidente similar ocurrido el viernes, cuando un ataque que incluyó incendios intencionales interrumpió la red de trenes de alta velocidad. Las autoridades aún no han establecido una conexión entre ambos actos de sabotaje. Un activista fue detenido el domingo en relación con el ataque a la red ferroviaria en unas instalaciones de la compañía nacional de ferrocarriles, SNCF, en Oissel, en el noroeste de Francia.
Leer también: Chóferes de Fenatrano exigen al gobierno mantener los subsidios
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, confirmó la detención y, en una entrevista con la televisión pública France 2, calificó el sabotaje como “el modo tradicional de acción de la ultraizquierda”. Darmanin precisó que, aunque no calificaría el acto como terrorismo, sí lo considera un “acto de sabotaje”. La investigación está en manos de la Fiscalía de París, y la Fiscalía Nacional Antiterrorista (PNAT) aún no ha decidido si asumirá el caso.
Además, Darmanin informó que alrededor de 50 activistas ecologistas radicales han sido detenidos por planear acciones de protesta o sabotaje durante los Juegos Olímpicos de París. En la misma entrevista, el ministro señaló que unos 150 miembros del grupo Extinction Rebellion estaban preparados para llevar a cabo “acciones de sabotaje o contestación radical” durante las primeras pruebas de los Juegos Olímpicos.
