Por Ernesto Trinidad

Las escuelas dominicanas que deben ser centros de enseñanza y aprendizaje muestran un perfil nada educativo, y esto ha ido corriendo, a una velocidad que va dejando estela de muertes y violencia.

Es un serio problema que enfrenta hoy la educación en el nivel preuniversitario, especialmente luego de volver a las aulas, tras la pandemia de la COVID-19, los hechos de violencia en los planteles escolares y entornos se han incrementado.

Las razones podrían ser múltiples, aunque citó, las pérdidas de valores y principios en nuestra sociedad, podrían ser parte de los problemas que afectan a nuestros jóvenes.

Según la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), el Ministerio de Educación (MINERD), retiró la seguridad escolar de los planteles, es verdad que la presencia de estos agentes, contribuyen a mantener el orden, pero hay otros factores que inciden, que deben ser objeto de investigación sociológica y psicológica, para determinar que está provocando en nuestros estudiantes tan altos niveles de violencia.

Sin embargo, como respuesta a la ADP, el ministro de Educación, Ángel Hernández, admite que está flojo el monitoreo policial en las escuelas y considera necesario reforzar la vigilancia de los planteles, con el incremento de más agentes de la Policía Escolar y de la Policía Nacional, con el objetivo de garantizar que incidentes no afecten los centros educativos.

El panorama que se está viviendo no es halagador, habla muy mal de nuestro país y del nivel de nuestros estudiantes, y por ende de la educación preuniversitaria dominicana.

Hechos violentos causan luto y muerte

El caso de San Pedro de Macorís, donde un estudiante le cercenó una mano a un compañero, y la muerte de un estudiante a golpes provocada por otro alumno, son dos de los más recientes hechos violentos, que llaman a la reflexión sobre lo que está ocurriendo en nuestras escuelas, donde acuden los pobres y vulnerables para educarse y mejorar sus condiciones de vida en un futuro.

El Ministerio de Educación (MINERD), en abril pasado dio a conocer mediante un informe que se registraron 20 mil 120 hechos de violencia física, verbal y psicológica entre estudiantes, a lo interno de las escuelas y fuera de los planteles.

A todos nos preocupa, lo que está ocurriendo, pero a las autoridades educativas y el Gobierno, debería de haber convocado a un foro nacional por la salud de la escuela para discutir esta problemática, y que de la actividad emanen políticas públicas dirigidas a enfrentar con eficiencia el fenómeno de la violencia escolar.

Diversos son los pronunciamientos y declaraciones de personalidades, organizaciones, partidos políticos y de otros sectores, pero con solo hablar no se resuelve nada, hay que actuar, para llegar al fondo de que está provocando la violencia escolar.

La sociedad dominicana pasa por una transformación, que refleja su deterioro, y parece que este efecto negativo se ha transportado a las aulas, que son vistas como ring de lucha violenta entre estudiantes, que con su accionar equivocado dejan dolor, lágrimas y muertes.