Según un informe de la ONU, el salario de los trabajadores debería reflejar su contribución a la sociedad, que pide aumentos salariales para aquellos que se desempeñan en áreas esenciales para los de sectores destructivos como el comercio financiero, los combustibles fósiles o la industria del tabaco.
Uno de cada cinco trabajadores en el mundo vive en situación de pobreza, indica el informe que presenta este viernes el relator especial de la ONU para la extrema pobreza y los derechos humanos, Olivier De Schutter, en la Asamblea General de la organización, en Nueva York.
El informe, titulado “Los trabajadores pobres: un enfoque de derechos humanos en material salarial”, recuerda que por primera vez en lo que va del siglo los salarios cayeron en 2022 un promedio de 0.90 % en el mundo, sin poder seguir el ritmo de la inflación, mientras los beneficios empresariales aumentaron.
“Es absurdo que los trabajos más valiosos para los demás, especialmente para las personas en situación de pobreza, como los cuidados, la educación o la atención sanitaria, estén entre los peor pagados, mientras que otros cobran tan generosamente por el daño social y medioambiental que generan”, indica el relator de la ONU.
La globalización y la automatización han precarizado la situación de los trabajadores menos cualificados en los países ricos, y para crear empleo, el trabajo se ha flexibilizado, mientras que en los países en desarrollo, los salarios se reprimen para conseguir costos competitivos, sostiene el estudio.
A ello se suma la denominada economía gig -formato laboral en que empresas encargan trabajos puntuales a falsos autónomos – y el debilitamiento de los derechos sindicales en los últimos 30 años.